Taiwán ocupó el primer lugar del mundo en cuanto al espíritu empresarial, según el informe 2012 sobre la competitividad mundial emitido por el Instituto Internacional para el Desarrollo Gerencial (IMD, siglas en inglés), con sede en Lausana, Suiza.
Citando al informe del IMD, el Consejo para la Planificación y el Desarrollo Económicos (CPDE) dijo que Taiwán obtuvo 7,67 puntos, en comparación con la nota máxima de 10 puntos, en el indicador del «espíritu empresarial», entre los 59 países evaluados en el informe sobre la competitividad mundial.
El ranking de Taiwán en este aspecto siguió subiendo en los últimos cinco años, después de haber ocupado el décimo lugar en el año 2007.
En conformidad con la definición de un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el espíritu empresarial se refiere al coraje de aceptar los riesgos para desarrollar los nuevos productos, industrias y servicios que correspondan a la futura tendencia de desarrollo al través de su innovación y su uso de recursos económicos, substituyendo así los productos e industrias de baja eficacia.
Los ejemplos internacionales demuestran que el reforzamiento del espíritu empresarial o emprendedor ayudará a fomentar las inversiones privadas y el consumo de un país, según el informe de la OCDE.
La OCDE sostiene que el aumentar la tasa del establecimiento de nuevas industrias ayudará a transformar las nuevas ideas en aplicaciones comerciales, beneficiando así al crecimiento económico de un país.
Según los datos compilados por el Ministerio de Economía de Taiwán, se establecieron 38.231 nuevas compañías en Taiwán en el 2011, un aumento de 2.034, o sea un incremento del 5,62 por ciento en comparación con el 2010, y el capital de estas nuevas compañías alcanzó los NT$257.900 millones (US$8.642 millones), un crecimiento de NT$67.500 millones, o sea un incremento del 35,46 por ciento con respecto al 2010.
Citando a un informe del Foro Económico Mundial (WEF, siglas en inglés), un funcionario del CPDE dijo que el desarrollo económico de Taiwán se había transformado de la etapa en la cual el mismo fue impulsado por la eficacia a la etapa impulsada por la innovación.
«El Gobierno está promoviendo el mejoramiento y la transformación de las industrias del país, creando así el nuevo valor de las mismas para sostener el ímpetu del crecimiento de Taiwán», dijo el mismo funcionario.
En total, la competitividad global de Taiwán ocupó el séptimo lugar del mundo en el mismo informe.