Embajador de la República de China (Taiwán), Andrea S.Y. Lee
En mayo de este año, fuimos testigos de un acontecimiento histórico: la toma de posesión de la primera mujer Presidenta de la República de China (Taiwán). El triunfo electoral de la Dra.Tsai Ing-wen representó la tercera alternancia pacífica presidencial, por lo que es un verdadero orgullo para mi país poder ser ejemplo de democracia para el mundo cuando cumplimos 105 años de Fundación de la República de China (Taiwán).
Nuestro nuevo gobierno ha asumido una nueva política económico-social basada en la innovación, empleo y bienestar. Promueve el desarrollo de 5 industrias: el Silicon Valley de Asia, máquinas inteligentes, tecnologías ecológicas, biotecnología médica, y la industria de defensa; con la visión de convertir a Taiwán en una isla tecnológica, de servicios y limpia, medioambientalmente hablando.
Las relaciones entre Taiwán y El Salvador son muy dinámicas en todo sentido; ambos países tienen cooperación en aspecto de educación, salud, agricultura, pesca, y medio ambiente, entre otros. Esperamos, a través de los diferentes proyectos, beneficiar a nuestros aliados, con el fin de forjar circunstancias ventajosas para todos y construir, a largo plazo, relaciones diplomáticas sostenibles.
Nuestras relaciones no se limitan al ámbito diplomático y de cooperación sino también al empresarial. Taiwán es una plataforma para acceder al mercado asiático y se sitúa en el Top 10 de mercados de exportación para El Salvador. El incremento en el intercambio comercial se debe principalmente a las facilidades y beneficios logrados con el Tratado de Libre Comercio, así como a los cambios en las cuotas permitidas por Taiwán para la importación de productos como el azúcar salvadoreña, cuya compra se ha incrementado en más del 100%, en comparación con el 2015.
Dentro de la Comunidad Internacional, Taiwán se ha consolidado como un agente activo capaz de contribuir significativamente en los asuntos internacionales por lo que desarrolla múltiples estrategias de participación positiva en instancias como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) con el objetivo de aportar proactivamente a la paz y la prosperidad mundial.
Gran parte del pueblo taiwanés apoya mantener el estatus quo en cuanto a la situación del Estrecho de Taiwán; por ello, para el nuevo Gobierno prevalece el principio de voluntad popular, democracia, y respeto a la perspectiva histórica y la base política bilateral, ya existente, para mantener una relación consistente y estable a través del Estrecho.
Este año, celebramos 83 años de relaciones diplomáticas entre Taiwan y El Salvador y, más que un número, representa la fortaleza, cooperación, amistad y hermandad que se ha consolidado entre ambas naciones. Esto me llena de orgullo, al haber tenido el honor de desempeñarme como Embajador ante el Gobierno de El Salvador durante los últimos tres años. Ahora que finaliza mi misión diplomática, agradezco tanto al Gobierno como a todas las personas y organizaciones que me han poyado en el desarrollo para un mejor futuro para el pueblo salvadoreño.
La despedida no es el fin, sino el empiezo del siguiente reencuentro. Tanto El Salvador como Taiwán comparten valores universales como la paz, la democracia y la libertad y estoy convencido que hemos avanzado a pasos de gigante en nuestras relaciones diplomáticas y profunda amistad entre ambos pueblos por lo que, en el futuro, seguiremos trabajando para consolidarnos como socios y aliados estratégicos para el bienestar de nuestros pueblos.