Científicos taiwaneses desvelaron el 27 de enero una nueva versión de una sonda espacial que será lanzada al espacio el próximo año a fin de recoger información que podrá utilizarse en la investigación sobre la detección temprana de sismos.
La sonda espacial será instalada en FORMOSAT-5, el cuarto satélite de propiedad estatal operado por la Oficina Nacional del Programa Espacial de la República de China (Taiwán), que será lanzado en el primer trimestre del próximo año.
La información recolectada por la sonda espacial será empleada en las investigaciones sismológicas, con el objetivo de prevenir desastres, en vista de que estudios recientes han demostrado vínculos entre la actividad sísmica y los cambios en la ionosfera.
El nuevo dispositivo, desarrollado por el Laboratorio Nacional de Investigaciones Aplicadas (NARLabs, por sus siglas en inglés) y por la Universidad Nacional Central, pesa sólo cuatro kilogramos, lo que significa que es diez kilogramos más ligero que su prototipo, que fue lanzado a bordo del satélite FORMOSAT-1.
El nuevo diseño consume menos energía y tiene menor costo que la sonda prototipo; ya que cada kilogramo adicional a bordo del satélite equivale a un costo adicional de 100 mil dólares americanos, explicó el NARLabs.