El día Martes 29 de Noviembre, 24 horas después de haberse declarado en huelga los trabajadores de aduanas, solamente en la frontera de Anguiatú del lado de El Salvador, contabilizamos un aproximado de 100 furgones parados a eso de las 3 de la tarde y seguían llegando con la esperanza de que las negociaciones dieran resultado y las fronteras fueran abiertas nuevamente.
Uno de los motoristas, que traía mercadería para una empresa de bebidas gaseosas proveniente de Puerto Cortés, manifestó que había dormido en el tráiler y que venían 7 contenedores para esa misma empresa y que del lado de Guatemala esperaban más de un centenar de furgones esperando pasar.
En la aduana ninguno de los empleados de la aduana – quiénes estaban en sus puestos de trabajo- quiso decir nada que no fuese a través del vocero del sindicato haciendo énfasis en que no están pidiendo aumento salarial, sino un pliego de peticiones como remuneración de horas extra, ya que tienen jornadas de 16 horas algunos, una canasta básica, mejoramiento de las condiciones de trabajo como baños etc.
El Miércoles por mañana, el Procurador de la Defensa de los Derechos Humanos recibió a los representantes del sindicato de trabajadores de Aduanas que está a cargo del Ministerio de Economía, quiénes a través de su vocera Verónica García, agregó a lo anterior que así como los trabajadores de la Corte Suprema recibieron un bono de US$900.00, ellos también tienen derecho a lo mismo.
El Dr. Oscar Luna Bolaños, PDDH, por su parte dijo que para no afectar a terceros el Ministro de Economía debe escuchar a los miembros del sindicato y negociar – hacer una contrapropuesta- ya que para eso son los contratos colectivos de trabajo.
Los sindicalistas manifestaron que estas peticiones las han presentado desde el mes de Enero del año en curso y mientras el Ministro no quiera escuchar sus peticiones, continuarán con las medidas de presión. Y mientras los 3000 empleados del Ministerio esperan atentos la resolución, la pérdida económica al país todavía está por contabilizarse.