SEÑALES INEQUIVOCAS - Periódico EL Pais

SEÑALES INEQUIVOCAS

Por

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION http://publicacionaccion.blogspot.com

San Salvador, 7 de noviembre de 2021.

Envía el Gobierno señales inequívocas, creando nuevas crisis políticas destinadas, mediante la destrucción del Estado de Derecho, a la consolidación de su dictadura, con grave daño a la economía.

Identificase dos crisis políticas, destinadas a generar cambios, haciendo innecesaria, una nueva Constitución, pues al deformar el Estado y cambiar sus funciones, una futura legislación, sólo regularizaría lo de hecho, ya transformado. Este sistema, está destruyendo la capacidad productiva del país y, sobre todo, creando inseguridad jurídica, que asusta al inversor, salvo al que está en convivencia con el Gobierno y, tiene la seguridad, de que todo será a su favor.

La primera crisis, es creada con Estados Unidos, para forzar un alejamiento: en que nuestras relaciones, sean lo mínimo posible, sin que exista una influencia democrática, producto de su esfera geopolítica, bajo la premisa, de que la tolerancia en sus relaciones,  mostrada hasta hoy, no afectará a nuestros emigrantes, remesas y comercio, pues de realizarse acciones, en tal sentido “se dañaría al pueblo y no al Gobierno”, y así , iniciar veladas relaciones, con potencias que disputan la hegemonía latinoamericana o, les son claramente hostiles a USA, por tener Gobiernos antidemocráticos, o ser fuente de terrorismo.

La segunda crisis viene desde la Asamblea Legislativa, para sentar precedente sobre el poder partidario, ejercido por un grupo, leal al Presidente. Esto, destinado a crear una alineación entre el diputado, con la línea partidaria, para que el partido sea el que ejerce el poder legislativo y no, los diputados, como representantes del pueblo.

Esta segunda crisis, tiene tres vertientes: primero, la derivada hacia la disciplina interna de Nuevas Ideas: diputados y alcaldes (ya descontentos por el engaño de que han sido víctimas), segundo, hacia la oposición, para demostrar que, un diputado, puede ser desaforado o cualquier opositor, encarcelado. Tercero, hacia el cuerpo diplomático: para que vea riesgoso, escuchar a la oposición y, crear aislamiento con las posiciones disidentes en el país. Estas crisis, posiblemente sugeridas, por el gabinete oculto de venezolanos, en Casa Presidencial.

Para crear la primera crisis, se han utilizado videos manipulados y, una bien orquestada ejecución de los troles, especialistas en estas operaciones. Para la segunda crisis, los diputados de Nuevas Ideas, han tenido que mostrarse ignorantes, del significado de ser diputado, su poder político o papel institucional.

La resistencia social existente, resulta, de las mismas acciones del Gobierno, que atentan contra los intereses de la población; su freno, han sido las protestas generadas y, el temor a un alzamiento general, ante la creación de más problemas, que no se solucionarían, con las medidas gubernamentales propuestas: ejemplo es la estatización de las pensiones; bajaría la deuda del Estado en 7,000 millones, pero para lograr el apoyo de los sindicatos, tendrían que elevarse las pensiones mínimas, lo cual llevaría, a una espiral de nuevos impuestos, más el descontento por la confiscación de los fondos individuales de pensiones y, la reducción de las más altas. La Ley de aguas es otro ejemplo: encarecería la agro-producción y haría más ineficiente el servicio actual.

Si la oposición, se limita a acciones de calle y, a protestar por las medidas gubernamentales, cada vez habrá menos espacio, para la resistencia social pacífica, pues al destruir la institucionalidad, será más fácil enderezar las acciones del Estado, contra los opositores, como lo sucedido en Venezuela o Nicaragua.

Las recientes políticas de Estados Unidos: salida de Afganistán, confusa política de inmigración, el tratado AUKUS, la creciente crisis entre Marruecos y Argelia, le están restando aliados y han envalentonado a este Gobierno, que escucha a los enemigos de Estados Unidos.

La oposición debe de tener la iniciativa, no el Gobierno.