Cada 3 de mayo, los fieles católicos, celebran el tradicional día de la Cruz; los patios de muchas viviendas y entidades públicas y privadas, son adornados con la colocación de una cruz, ataviada de frutos y adornos de diferentes colores.
Los elementos que componen esta tradición son naturales: una Cruz la cual es hecha del conocido árbol de jiote, frutos frescos como: mangos, naranjas, jocotes, mandarinas y los infaltables coyolitos, adornos de papel de china en forma de cadenas, cortinas u otros materiales.
Los implementos para elaborar la cruz, pueden ser adquiridos en los mercados con muchos días de anticipación; sin embargo, los comerciantes manifiestan que las personas prefieren comprar cada uno de los componentes un día antes y así los frutos sean frescos o recién cortados.
Según los religiosos, la tradición consiste en que cada año se coloca una Cruz en el patio de las viviendas o lugares estratégicos, pero las personas que visiten un lugar donde se haya elaborado, deben hacer reverencia para venerar la Cruz y así tener el derecho de tomar una fruta y degustarla.
Uno de los muchos significados de esta conmemoración, es la fusión religiosa entre española de la Santa Cruz, donde se recuerda a Santa Elena de la Cruz de Cristo y el tributo indígena de la madre tierra al dios Xipe Tótec; quienes encontraron la verdadera Cruz del Calvario y la dividieron en tres partes, cada una de estas fue enviada a Jerusalén, Roma y Constantinopla.
Aunque la Cruz es colocada el 03 de mayo, las personas pueden dejar este símbolo, durante todo el mes.
Por: Victoria Cabrera
