Estamos en el mes de diciembre, época que se respira un ambiente distinto. Las casas se visten de luces, los hogares decoran un nacimiento con el que conmemoramos la navidad, nos preparamos para la llegada del Mesías, para su nacimiento en cada uno de nuestros corazones.
La Navidad es el tiempo que la Iglesia ha dedicado especialmente para profundizar y contemplar el Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios. Es en este tiempo en el que los cristianos nos preparamos para recibir a Jesús, “la luz del mundo” (Jn 8, 12), es en esta época en la que recordamos que Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros.
Les invito a que en esta navidad busquemos reconciliarnos con Dios, para hacer vida su mandamiento de amarlo a Él sobre todas las cosas; y de esta misma manera, nos reconciliamos con los hombres y así juntos construir una sociedad inspirada en los principios y mandatos que Jesús instituyó.
¡Él ha nacido!, celebremos en familia la buena nueva, aprovechemos estas fiestas para disfrutar a los nuestros, para renovar nuestro encuentro personal con Jesucristo y nuestra vida.
Guiados por la familia de Nazareth renovemos nuestro compromiso como padres, madres e hijos. Que el nacimiento del Mesías traiga a su vida y a la de su familia la paz que tanto anhela su corazón.
Pbro. Martín Enrique Ávalos