Republicanismo y partidos políticos - Periódico EL Pais

Republicanismo y partidos políticos

Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓNACCION http://publicacionaccion.blogspot.com

San Salvador, 7 de septiembre de 2019.

El concepto república, es decir forma de gobierno, derivase de “res publica” (latín). Significa forma de gobierno con la participación de todos, que tiene como pilar fundamental una contraloría de acciones públicas, que no estorbe el funcionamiento del Estado, más bien lo facilite y permita el desarrollo sostenible.

 Sólo con una elevada participación ciudadana es posible esta forma de Gobierno en toda su pureza: aún ahora, a doscientos veinte años de la Revolución Francesa, es muy difícil de alcanzarlo, pero el sistema, aún con requisitos mínimos puede funcionar: son la contraloría de poder y la participación eficaz de los partidos políticos. Si no existiesen dichas condiciones, puede caerse tanto en la tiranía como en la revolución; Siendo el desarrollo imposible en ambos casos. Puede darse la emigración forzosa y el dominio pleno de las estructuras corruptas que hacen alianza con el crimen organizado.

Se está reconociendo jurídicamente, por primera vez, la existencia del desplazamiento forzoso como un fenómeno social preponderante. Este fenómeno social no puede verse aislado de los homicidios, las desapariciones y la falta de crecimiento económico: violencia, corrupción e inestabilidad económica, son de hecho, manifestaciones de un mismo problema: el colapso del sistema republicano.

Las recientes encuestas que sitúan a todos los partidos en niveles muy bajos de aceptación y al Presidente en un nivel de popularidad muy alto, podrían vaticinar, un futuro bonancible, pero no será  así: aunque puedan resolverse algunos problemas si éstos no han sido abordados de consenso, la estabilidad no será sostenible;  invariablemente  derivará en tiranía, pues sin una contraloría de autoridad, se basará en imposición.

La aceptación del FMLN como partido político, fue gran error, pues aunque puso fin al conflicto armado, permitió la existencia de un partido revolucionario que, al aprovechar el desgaste de ARENA que no pudo inculcar  las bondades del sistema democrático, terminó desgastándose y facilitando la llegada del FMLN al poder y con ello, la mayor corrupción  histórica en El Salvador.

Por otra parte, al centrarse ARENA en el activismo de diputados y funcionarios de elección popular, creó feudos políticos que  aseguran hoy las candidaturas de esos funcionarios, sin que se pueda realizar una verdadera transformación política del partido, en favor de sus valores primigenios: el republicanismo y el conservadurismo.

Si este circulo que ha causado una baja en la aceptación del partido no se rompe, la vida pública de éste, habría llegado a su fin, como representación relevante de la sociedad.  Es necesario  la depuración de su padrón electoral y nuevamente, la confianza en su sistema para romper dicha situación

Si no se rompe este círculo que ha causado una baja en la aceptación del partido, la vida política de éste, habría llegado a su fin como representación relevante de la sociedad. Para romper esta situación, necesaria es la depuración de su padrón electoral y confianza nuevamente en el sistema, no en los actuales feudos, sino en la representación de una forma de pensamiento independiente de las líneas de los intereses de quienes actualmente manejan las estructuras, pero que se sientan identificados con el sentimiento nacionalista, republicano y conservador.

Irremisiblemente desaparecerá el FMLN y por el mismo camino, va ARENA. Se ven ya los problemas internos de GANA y aún, en Nuevas Ideas, todo parece indicar que las estructuras feudales nuestras, están actualmente dominando la política y que, seguramente, nos conducirán hacia una dictadura.

Nacimos como país libre, nuestros próceres así lo concibieron, pero parece que los políticos actuales ven a la población como siervos de su propiedad. Es necesario recobrar la estructura nacional: el republicanismo. Mantengamos libre a nuestra patria El Salvador.

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