PRODUCTORES DE SAN MIGUEL CONFIRMAN BUENAS PRODUCCIONES DE FRIJOL Y MAÍZ
En un día de campo organizado por la agencia del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y
Forestal “Enrique Álvarez Córdova” (CENTA) de San Miguel, en el cantón Las Lomitas de ese municipio,
más de una centena de agricultores observaron las diferentes tecnologías que los productores del
cantón han adoptado y que les están aportando excelentes beneficios.
Entre estas tecnologías destacan la variedad de frijol CENTA Chaparrastique y el híbrido de maíz CENTA
H-59, materiales que fueron cultivados por los productores en este ciclo agrícola, y gracias a que las
lluvias fueron constantes les ha permitido obtener buenos rendimientos de ambos cereales, los cuales
están a punto de cosechar.
En el caso del frijol CENTA Chaparrastique, este es cultivado para la obtención de semilla, y para ello los
productores cuentan con la asistencia especializada por parte de los técnicos investigadores, quienes
acompañan el proceso junto a los extensionistas de la agencia de San Miguel.
Durante el recorrido por la parcela del productor Jesús Robles, los asistentes observaron un cultivo sano,
bien manejado y que responde muy bien a la zona, plantas que poseen alrededor de 20 vainas. Esta es
una variedad con un potencial de rendimiento de 35 quintales por manzana. “Es un frijol que dará gusto
arrancar”, dijo una productora.
“Yo me siento contento con mi parcela, agradezco la oportunidad que me dan para poder representar
los esfuerzos que uno hace para poder producir”, expresó Robles.
El jefe de la agencia, Nelson Portillo, dijo que “a pesar que el municipio está enmarcado en el corredor
seco, las cosechas estarán buenas, debido a que ha habido un buen invierno”. Agregó que en la
producción de frijol para semilla, San Miguel está produciendo cerca de 2,000 a 2,500 quintales.
En el cultivo del maíz CENTA H-59, en este ciclo agrícola, fue favorable para los productores de San
Miguel, tal como lo expresa Fidel Ángel Ramos, quien comprobó sus características agronómicas, entre
las que destacan su potencial de rendimiento entre 60 y 80 quintales por manzana, su resistencia a la
enfermedad mancha del asfalto y su sistema de raíces profundas que lo vuelven resistente al acame.
“Con el H-59 siento que la producción será buena, calculo sacar unos 30 a 35 sacos (70 quintales), ya
que el viento no lo botó”. Asegura que en esta producción el clima les ha favorecido, pues este año los
periodos de sequía fueron más cortos comparados con los del año pasado. Otro aspecto que le favorece
es que los suelos están protegidos, pues practica la no quema. Espera cosechar en enero, dejar una
parte para el consumo de la familia, y comercializar el resto.
Otras tecnologías que observaron los asistentes fueron el manejo de la poda en el cultivo de anona, el
uso de semillas restauradoras del suelo como son la mucuna, dolichos, canavalia y gandul, el uso de los
biofertilizantes para el combate de enfermedades y como fertilizantes foliares, y la importancia de la
cosecha de agua.
Este proceso de transferencia de tecnologías los productores se benefician con el proyecto CENTA
FANTEL: Fortalecimiento de la agricultura familiar aplicando tecnologías sostenibles ante el cambio
climático, el cual fomenta el desarrollo de sistemas productivos y el fortalecimiento de la capacidad
productiva de granos básicos, frutas y hortalizas, la conservación de los recursos naturales y la captación
de agua.
“Este proyecto está contribuyendo con los productores, ya que estamos utilizando productos orgánicos
con el objetivo de mejorar la parte del medio ambiente y la fertilidad de los suelos para que los
fertilizantes sean mejor absorbidos por las plantas”, mencionó Nelson Portillo, jefe de la agencia CENTA
San Miguel.
Estas acciones se enmarcan en el Plan Quinquenal de Desarrollo 2014-2019 del Gobierno de la
República, siendo una de sus líneas el Fortalecimiento de los niveles de soberanía y seguridad
alimentaria, que, entre sus objetivos, tiene mejorar el sistema de investigación y transferencia
tecnológica, e incrementar las inversiones para el mejoramiento de la infraestructura productiva,
conservación de suelos y productividad en el corredor seco.