Desnaturalizando sus fines de institución política, el COENA actual, para asegurar su reelección, forzó la candidatura presidencial y, a su lealtad y obediencia, supeditó las candidaturas a diputados y alcaldes, neutralizo los controles internos de poder del partido y restó dignidad a sus afiliados, volviendo al partido, una víctima que le sirve para la obtención de sus fines económicos y de poder personal
El partido político es la sumatoria de los pensamientos individuales, con un fin ideológico común, para la obtención del bienestar de la patria, pero cuando dicho fin cambia, o se modifica, el partido conviértese en propiedad, tiene dueño. ARENA es el partido de la clase media, del pobre y del que anhela lograr su bienestar, mediante el trabajo y esfuerzo que, al ser generalizados, pueden lograr el sueño patrio: vida común próspera y en paz.
La imposición lograda por el actual COENA, no sólo trajo la derrota electoral que ha costado muchos millones de dólares, sino que ha defraudado las esperanzas de quienes han confiado en el partido. Sabemos hoy, que, para financiar la campaña, obtuvieron préstamos sin los requisitos legales y, además, han fallado los controles legales del partido, estando en entredicho los gastos efectuados, dando la impresión de un colosal engaño a los afiliados y, a quienes su dinero, donaron al partido.
El 2017 un correligionario cuestiono, por no cumplir los requisitos legales y provenir de las filas de GANA, la imposición del Director Departamental de San Miguel; su querella ha sido archivada por el Tribunal de Primera Instancia: prueba el poder para obstaculizar los controles internos, cuando estos son ejercidos por Mauricio Interiano y el COENA: hoy lo vemos falsificando nuevamente documentos de la Comisión Política y, públicamente mintiendo a la ciudadanía.
La convocatoria a una elección interna ha venido retrasándose, aunque las voces exigían un cambio desde el día siguiente de la pasada derrota electoral. Ahora se adelanta, cuando el COENA había asegurado que serían en septiembre. Una convocatoria anticipada para asegurarse en el cargo interinamente y, manipular las elecciones. Típica maniobra para sorprender a sus opositores y manipular, a su conveniencia, los estatutos del partido, favoreciendo los dobles cargos.
No ha entendido el COENA que, para ejercer liderazgo, no basta con aferrarse a un cargo: en el sistema democrático, es forzosa la participación de todos. Milagro navas dice que, si a alguien no le gusta la conducción del partido, que se vaya; tal decir, es purga política en el partido. Los mareros nos sacan de nuestras casas, nos imponen renta, el Estado nos expolia con impuestos y, Milagro Navas quiere despojarnos de nuestras creencias y limitarnos en el derecho de asociación. Es hora de recobrar la dignidad y decirle al COENA que ARENA no es su propiedad, es de todos sus afiliados y las triquiñuelas empleadas no son de funcionarios honestos.
Una vez más se nos arrebata la dignidad, es el momento de ver las cosas diferentes, de defender lo nuestro y, para ello, necesario es expresar nuestro sentir, manifestando nuestra voluntad política. El COENA, presenta como ataques al partido, todo reclamo y así, se excusa; hoy responsabiliza a la Comisión Política, de la derrota electoral y quiere anularla, llama traición a quien denuncia sus delitos y, miente al público. Es la actitud frente al desacuerdo político, de una dictadura.
Si ARENA quiere volver a gobernar y presentar oposición firme a la dictadura que nos amenaza, debe primero liberarse de su propia dictadura y fungir como partido libre y democrático.
Por: Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra