Por: Licdo. Johan Alberto Tomasino Ramírez
Analista
El pasado jueves 9 de abril, el partido de FMLN alcanzó la ratificación de tres préstamos que ya habían sido autorizados, el primero de ellos por $22,213.900 dólares, que está dirigido a espacios seguros de convivencia para jóvenes en El Salvador en el área de Seguridad, el segundo de $45 millones para el programa de apoyo integral a la estrategia de la prevención de la violencia, siempre en el marco de la seguridad y por último $25 millones de dólares para el Programa de Desarrollo de la Franja Costera Marítima en el marco de Desarrollo económico, sumando un total de $92,213.900 dólares.
Los 31 diputados que actualmente tiene el FMLN, juntos con sus aliados, han logrado afianzar hasta el 30 de abril, el pastel, con el que garantizan al ejecutivo una gobernabilidad sostenible.
Este grupo de legisladores pretende en lo que resta de su legislación, aprobar un equivalente de $200,000.000 millones de dólares más, con los cuales alcanzaría una suma total de $300 millones.
El paquete de préstamos compromete al país con una deuda del 58.6% del PIB, ósea 2.6% arriba del 56% del PIB, que se tenía en gobiernos anteriores, justificando dichas cifras en el sentido que todo será utilizado para dinamizar económica y con esto generar fondos suficiente para pagar los compromisos adquiridos por un gobierno nefasto, que lejos de asumir sus responsabilidades, ha tenido un comportamientos peor al de sus antecesores.
El país entero necesita que de primera mano se combata la inseguridad y violencia, dos ejes primordiales sobres los cuales deben garantizarse la utilización de estos préstamos internacionales, pero este problema lejos de ser resuelto con dicho endeudamiento lo único que se visualiza es una deuda que será pagada por los bisnietos de cada familia Salvadoreña.