Enseñamos normalmente, que el equilibrio del poder es resultado de la formal división de éste, como lo sugiere Montesquieu, lográndose así, la contraloría del poder. Sin embargo, en la práctica, el equilibrio de dicho poder, nace de la interacción de las fuerzas sociales, que limitan su libre e irrestricto ejercicio, por lo cual, para sostener el sistema democrático, no basta la formal y simple división del poder. Parece que el Gobierno entrante, ha entendido muy bien este proceso y explorando está, con pequeñas “grietas” sociales, la “resistencia” posible a su poder. Estas “grietas” aunque sensibles a muchos ciudadanos, son irrelevantes para la mayoría, entregada al diario quehacer, pero permiten al futuro gobernante, apreciar la “resistencia” que ejercerá en su contra, la oposición.
La modificación del Escudo Nacional, es la “grieta” social que se está usando, para medir la “resistencia” posible a las disposiciones del nuevo Gobierno y saber de dónde nacerá esa oposición. El Escudo Nacional representa la identidad de la nación; toda modificación, altera la identidad nacional, aunque no afecte la vida cotidiana, por esto, es un objeto perfecto de prueba.
Por la estructura política, prescrita en la Constitución, sólo los grandes partidos, pueden ser oposición “formal”, pero hoy, su capacidad de “resistencia” u oposición al poder, está anulada, porque el FMLN está buscando una nueva identidad, que permita a su cúpula conservar el poder; no ha advertido que, sus bases erosionadas, están engrosando Nuevas Ideas, lo cual diluye su capacidad de “resistencia”. Y serán pronto, asumidas por Nuevas Ideas sus acciones de calle y, al darles alguna satisfacción, se diluirán volviéndose inocuas.
El fraccionamiento de ARENA es tal, que no le permite organizar una “resistencia” coherente con estrategia definida, y sus diputados están más preocupados por su propio futuro político que por lo que pasará en la nación. Muchos de sus alcaldes han sido permeados por Nuevas Ideas, en la esperanza de tener alguna protección o beneficio en el futuro. La corrupción en las Alcaldías, ha sido aprovechada por Nuevas Ideas. Ha pasado lo mismo con el PDC y PCN.
El FMLN ya no es relevante: él solo se consumirá; pero las fuerzas que han estado en derredor de ARENA están vivas, siendo captadas en derredor de Bukele, como el nuevo centro de poder. El acercamiento personal de Neto Muyshondt, como Alcalde de San Salvador, ha sido presentado por los troles de Bukele, como un acercamiento de “partido”, y de igual forma, están manejando el acercamiento de algunos miembros del COENA, afirmando que “se han puesto a la orden, para servirle en su Gobierno”. Además, el acercamiento normal de las gremiales hacia un nuevo Gobierno, lo está interpretando como aceptación expresa a su plan de gobierno, de tal manera, que cualquier oposición o “resistencia” a su gestión, será tomada como disidencia de ARENA, FUSADES o ANEP, que carece de legitimidad política o social.
La amenaza del Brozo (Ernesto Sanabria) de usar a los troles como arma política y “apalear digitalmente” a sus opositores, es mensaje a las bases de Nuevas Ideas, para que ejerzan presión, ante cualquier forma de oposición y, directa amenaza a quienes aisladamente, se opongan, evitando el surgimiento de nuevos líderes, dentro de la Derecha. Si no se realiza una oposición que pueda ejercer “resistencia”, aprovechando cualquier “grieta” social (desatino en la forma de gobernar, choque con la conciencia nacional o sea contrario a la Constitución) corremos el riesgo de destruir el sistema democrático. Ser oposición o ejercer “resistencia”, no es oponerse al Gobierno por capricho, es evitar que éste, sobrepase los límites legales o constitucionales, realizando acciones inconvenientes para la nación.
Por: Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra