Muchas de las montañas en el mundo son usadas como reservorios de agua dulce y limpia. Nuestro Montecristo es una de ellas. La naturaleza hace esto depositando agua en forma de lluvia y niebla en una esponja que se forma de la hojarasca en los bosques nubosos o nebulosos tropicales. En los países fríos del norte y sur del planeta, el agua se deposita en forma nieve en la parte alta de las montañas; lo mismo hace en los polos. El agua se drena de los bosques cuando el suelo o la esponja se saturan; el agua se drena en los lugares fríos cuando, los cambios de estación cambian el clima y hacen que la nieve se derrita; la fuerza de gravedad hace que el agua que brota de nacimientos corra montana abajo uniéndose hasta formar ríos.
Si por tala de los bosques se erosiona la masa de hojarasca, ya sea parcial o totalmente, esa tierra pierde su capacidad de guardar el agua que llueve o que se hubiera podido colectar de la niebla. El agua que llueve corre inmediatamente montana abajo, arrastrando grandes cantidades de materia orgánica, lo que degrada la tierra, o sea que pierde el suelo fértil que alimenta flora y fauna, lo que daña al bosque que queda. Eso ha pasado en las áreas boscosas naturales afuera del parque nacional en Montecristo, la perdida de bosque y su esponja de hojarasca ha disminuido la cantidad de agua disponible y ahora los ríos se ven secos aun en invierno.
¿Se puede revertir esta situación? Si, pero únicamente recuperando los bosques naturales que contienen toda la biodiversidad. Los cultivos como el café, los aguacates, reforestaciones madereras, hortalizas, empeoran la situación porque no son ni serán nunca bosque y no podrán nunca crear las condiciones que se necesitan para ser reservorios de agua ya que esas áreas que deberían de revertirse a bosque ahora se utilizan permanentemente para esos otros cultivos, muchos de los cuales utilizan grandes cantidades de agua que ya no corren en los ríos en el verano. El calentamiento global también comienza a jugar un papel importante en la perdida de biodiversidad en los bosques nebulosos.
En las montañas que colectan nieve, el calentamiento global, al subir la temperatura del ambiente o fluctuar la misma a temperaturas más altas de lo normal, la nieve ya no se colecta como antes, ni a las temperaturas de antes, por lo que se derrite y drena más rápido. Este efecto esta impactando hasta a los glaciares que en algunos lugares del mundo ya casi desaparecen. La pérdida de estos reservorios de agua dulce que alimentan los ríos todo el año, será devastador para el futuro de la humanidad.
En la fotografía se puede apreciar la desforestacion en la cuenca del rio San Miguel Ingenio que, AUNQUE ESTA FUERA DEL PARQUE NACIONAL DE MONTECRISTO, ES PARTE INTEGRAL DEL ECOSISTEMA Del bosque nebuloso de Montecristo y debia de haber sido protegido por ser reservorio estratégico del agua que alimenta al río Lempa.
Por Silvia Figueroa Sandoval
Fundacion Enrique Figueroa Lemus