Las palabras - Periódico EL Pais

Las palabras

Noviembre 7 del 2014
Por Fidel López Eguizábal
He analizado que a los seres humanos no agrada que nos digan palabras de aliento; palabras con elixir de melancolía y de superación. Desde el vientre, se percibe a los padres ansiosos por traer una nueva vida con las palabras de bienvenida.
A los seres humanos les agrada que les animen, que les hagan sentir que son importantes, que les hagan sentir que son útiles. Con una tan sola palabra, se le puede dar una razón de vivir a alguien.
Las palabras de ánimo que le brindan a la madre cuando está despidiendo a su hijo militar caído en combate. Esas son de las palabras más conmovedoras: ya que, se llevará nada más a su hogar los recuerdos. Una bandera o una medalla, nada más servirá para alimentar los recuerdos.
Las palabras del padre de familia a sus hijos, cuando les está aconsejando sobre los vaivenes de la vida, sobre lo bueno y malo de los seres humanos. Las palabras del padre de familia hacia los hijos cuando les muestra lo maravilloso que es la vida y de las vicisitudes que pasarán. Las palabras de consuelo cuando el hijo no pudo pasar una prueba en la vida.
Las palabras del religioso cuando está aconsejando a los feligreses que hay que convertirnos en humanos de buen corazón, palabras con metáforas y proverbios; palabras con ejemplos de la vida.
Palabras del graduado cuando está exhortando al público sus agradecimientos, del que se desveló noche tras noche, del que no claudicó entre tantas tareas y exámenes.
Palabras de fortaleza que el entrenador mezcla entre sudor y esfuerzo al deportista; palabras de superación y de liderazgo para lograr las metas.
Palabras del maestro responsable y comprometido con la enseñanza, que en cada oportunidad busca hablar de liderazgo y de superación.
Palabras del anciano que aconseja a su nieto y le anima a luchar por la vida, le habla de las hazañas que realizó para que las tome de ejemplo. Las palabras entrecortadas por su vejes, las cuales son una ilusión para el pequeño nieto.
Las palabras del novio fiel a su amada “te amaré en medio de la tormenta; te amaré entre los néctares de la vida; te amaré sin ataduras y sin barreras; te amaré hasta cuando Dios nos separe”.
Las palabras abnegadas del doctor cuando les está diciendo a los familiares del enfermo las pocas horas de vida que le restan. Un golpe duro al escucharlas, pero quedan impregnadas en el interior. Palabras que nacen del corazón de parte del profesional.
Palabras del familiar que está despidiéndose de este mundo. Palabras de solidaridad hacia aquel que está traspasando la frontera entre la vida y la muerte.
He comprobado que los seres humanos somos asiduos a leer palabras de superación, he comprobado que los seres humanos siempre buscamos a alguien para sentirnos bien. Los seres humanos siempre buscamos a alguien para que nos anime a seguir luchando.
No se necesita ser un psicólogo para brindar consejos certeros, nada más se necesita del poder de la palabra para dar un consejo óptimo y veraz.
Una palabra mágica: “amor”, es suficiente para agradar al prójimo. Las palabras bien dichas y con sinceridad, hacen que tengamos amistades y nunca estemos enfermos de soledad.
Como olvidar las tres últimas palabras del Maestro Jesús “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Las palabras, son las que siempre estarán armando el rompecabezas de nuestra vida.

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