El mercado financiero está revuelto. Las tensiones entre algunas de las principales potencias mundiales como consecuencia de la guerra comercial creada por la imposición de los aranceles de Trump, así como la incertidumbre del fin de las negociaciones del TCLAN, Tratado de Libre comercio, por la falta de acuerdo entre los diferentes países involucrados, están afectando a los diferentes instrumentos bursátiles. Como consecuencia, los inversores se muestran cautelosos a la hora de operar y abrir nuevas operaciones de trading online con los instrumentos de los países afectados e involucrados en estas tensiones sociopolíticas, por ejemplo, al operar en divisas como el dólar americano y el peso mexicano y en índices como el Dow Jones y el Nasdaq: principales índices bursátiles de los Estados Unidos.
Las criptodivisas o monedas digitales, en cambio, están en auge. Desde la aparición de la moneda digital pionera, el bitcoin, hace ya algunos años, mucho ha cambiado la forma de concebirlas. Por aquel entonces, muchos dudaban de su funcionalidad, e incluso de su permanencia en el mercado. Ahora, las monedas virtuales se van haciendo un hueco en la economía mundial y, especialmente, en el trading online.
Las monedas digitales han evolucionado y muchos han sido los que han visto en ellas una buena oportunidad. Cuando aparecieron en el mercado la mejor forma de hacerse con bitcoins era a través de lo que se conoce como minería, una forma de obtener bitcoins a cambio de trabajo por ordenador. Muchos fueron los que se hicieron con un buen sistema que hizo que conseguir bitcoins minando fuese complicado, por eso, la mayoría de personas consiguen bitcoins comprándolos directamente en brókeres de trading online o empresas especializadas en criptodivisas.
También son muchas las monedas virtuales que existen ahora. Además de criptomonedas conocidas como el bitcoin o el ripple, han aparecido muchas más como el litecoin, namecoin, dogecoin, peercoin y quark. Todas comparten las características básicas del bitcoin, pero cuentan con pequeñas diferencias entre ellas. Con esta proliferación de criptodivisas, la forma en la que guardar estas monedas también ha tenido que evolucionar. Son monedas digitales, es decir, no son físicas y por tanto no se pueden tocar, pero también se tienen que “guardar” (aunque de manera simbólica, pues no son materiales) en algún lugar. Hay dos buenas opciones para hacerlo, los conocidos como monederos digitales (o carteras digitales) y empresas especializadas que son como bancos pero para monedas digitales: cada cliente puede acceder a su cuenta de forma online.
Si hay algo en lo que las criptodivisas han hecho mella es en el trading online: las monedas digitales se han sumado al mundo forex, y muchos traders apuestan por ellas ya que, al no pertenecer a ningún país en concreto, no sufren la misma volatilidad que las monedas de países con tensiones sociopolíticas. Por ejemplo, los movimientos en el euro y el dólar por las confrontaciones entre EU y Estados Unidos por los aranceles de Trump. Por este motivo, las criptomonedas seguirán ganando puntos en el mercado económico.