Por: Fidel López Eguizábal
Docente e investigador universitario
En la guerra, el soldado ve caer a su compañero de trinchera; nada más le pide a Dios continuar con vida, y se arrodilla pidiendo que el amigo descanse en paz. La vida es así, estamos luchando constantemente, estamos luchando por conseguir nuestras metas, sin embargo, existen tantos tropiezos en la vida. Cada uno hay que saberlos cruzar.
El árbol que sembraste junto con tus hijos, deseas que crezca sano y dé frutos. Los años pasarán, y no será casualidad verle echar frutos grandes. La vida no es un juego del azar, es un juego nada más, en donde todos competimos por superar, se quedan los débiles, eso sí es real, y no es un juego de azar. Nadie tira los dados o las cartas para verificar nuestro destino. Los dados somos nosotros mismos.
Cuando sientas deseos de meditar, hazlo. Te sentirás bien, ve a tu lugar favorito, pero hazlo solo y piensa en las cosas buenas que la vida te ha dado. Si el ser humano piensa y dice solo lo negativo, terminará la vida creyendo que todo es mala suerte.
La vida tiene explicación, se nace y se muere, simple y sencilla razón. También tiene explicación el por qué razón existen personas que les contempla el éxito; el dinero y fama no les falta; mientras a otras personas, les falta un pedazo de pan para vivir (también tiene una explicación). Así es la vida…
La vida sigue, los que vivimos pensando en grande, moriremos pensando en grande; aunque lo que hayamos realizado en nuestras vida sean cosas pequeñas. No importa si la vida nos da poca vida; lo que importa son las huellas que vamos dejando. Nuestros padres nos guiaron para el éxito, no importa si ellos no fueron exitosos; lo importante es que, tuvieron el ingenio y la corazonada de unirse y crearte; lo demás es ganancia.
La vida no es un cuento de filosofía en donde te hacen volar alto. La vida se palpa, la vida es para cada ser humano que vino a este planeta a poblarlo. Cada quien tiene un destino que se formará. El pescador sabe que su destino más cercano estaba a la orilla del mar, del río o del lago. Desde pequeño visualizó su futuro; mientras tanto, el camino para otros fue esculpir otro tipo de arquitectura de vida.
El universitario sabe bien que a través del estudio puede cambiar miles de vidas, puede cambiar la historia y su propio destino.
Si el ser humano se levantase en su funeral, viera a su alrededor a los que le apreciaron, dijera “gracias por venir a mi funeral, no importa si lo hicieron por compromiso o por aprecio; esto me hace sentir bien, por qué coseché amistades”.
Contrario para aquél, quien se dedicó a cultivar malas hiervas en la vida. La vida sigue, no podemos detenernos, eso sí, hay que echar un vistazo atrás, para ver como administrador eficaz, lo que tenemos que planear nuevamente. Lo imperdonable es el tiempo perdido, cuando te pongas a ver un calendario, verás que la vida se nos escapa tan rápido. No podemos estar filosofando a cada rato y suspirando.
Hay que levantarnos temprano, la vida está hecha para afrontarla. No será fácil cuando quieras triunfar, te encontrarás con personas egoístas, envidiosas y dispuestas a que fracases.
La vida sigue, esa tarde te dijeron en una carta que ya no eras indispensable para ese trabajo. Si quieres llora, eso ayudará a que la rabia interna limpie los enojos. Luego, toma papel y lápiz y retoca tu “hoja de vida”, la que has logrado ir llenando de historias y éxitos a través de los años; cambia algunas cosas, y ve otra vez al ring a buscar una nueva oportunidad. No hay que quedarse estático, el líder busca y encuentra.
La vida sigue, un ciego busca su destino y le falta luz. Cumple sus sueños de vida, aunque la vida no le dio la maravilla de contemplar la naturaleza, sin embargo, los ojos del alma le hacen visualizar y admirar mejor la vida que millones de seres humanos. Adelante, cruza fronteras como el migrante que estuvo a punto de fallecer, ponte tu escudo y vence a la misma vida.
“Paz hermano lobo, paz. Eso es lo que ella está contemplando. Le aseguro que ella está en estos momentos cruzando el puente de la felicidad. Nosotros nos quedamos acá luchando”. Dedicado al que acaba de viajar al más allá. La vida sigue…