La sociedad civil se moviliza contra el cambio climático - Periódico EL Pais

La sociedad civil se moviliza contra el cambio climático

22 de Septiembre de 2014

Movilizaciones de la sociedad civil contra el cambio climático han marcado este domingo 21 de septiembre en más de 150 países del mundo. A dos días de la “Cumbre Climática” de las Naciones Unidas en Nueva York, 310.000 personas marcharon por esta ciudad en la “Marcha climática de la gente” reclamando acciones decisivas por parte de los gobiernos del mundo.

También en Bolivia grupos de activistas manifestaron la urgencia de reducciones drásticas en las emisiones de gases de efecto invernadero. En la segunda parte de esta entrada reproducimos el comunicado del “Encuentro de la Sociedad Civil frente al Cambio Climático en Bolivia” elaborado por diferentes iniciativas de la sociedad civil boliviana para esta ocasión.

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La Marcha Climática de Nueva York (izq., foto de 350.org) y el stand de los activistas bolivianos en La Paz (dcha.)

“La marcha contra el cambio climático más grande de la historia”

Según el sitio internet Climate Progress (Progreso Climático) del Centro para el Progreso Americano, la “Marcha climática de la gente” en Nueva York el pasado fin de semana ha sido “la marcha contra el cambio climático más grande de la historia”. Los organizadores contaron 310.000 participantes en Nueva York, entre ellos el propio Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon. Interesante notar que es justamente en los Estados Unidos, donde la sociedad civil se ha organizado para protestar con una fuerza impresionante.

La jornada extraordinaria comenzó en Melbourne, Australia, con unos 30.000 participantes. En Europa, Berlín vio la participación de 15.000 personas, París de 25.000 y en Londres eran 40.000 personas. En el mundo entero se estima que unas 600.000 personas participaron en los 2.646 eventos de protesta a favor de medidas contra el cambio climático en más de 150 países. En Bolivia, activistas climáticos aprovecharon la feria dominical en el Prado en La Paz para mostrar su presencia y concientizar a la población (ver foto arriba).

Las marchas habían sido convocadas dos días antes de la “Cumbre Climática” de las Naciones Unidas en Nueva York, para aumentar la presión sobre los gobiernos del mundo de comprometerse a medidas más drásticas de reducción de gases de efecto invernadero. Esta reunión de las NN. UU. no es parte del proceso de negociación formal bajo la Convención Climática, sino ha sido convocado directamente por Ban Ki-Moon, Secretario General de las Naciones Unidas, para tratar de recuperar fuerza política suficiente para llegar a un acuerdo climático verdadero en las siguientes Conferencias de las Partes (COP) en Lima en diciembre de este año y en París en 2015.

En comparación al proceso de negociación, que muchas veces tiene lugar atrás de puertas cerradas, Ban Ki-Moon apuesta a un evento público de mucha atención, donde todos los gobiernos deberían anunciar sus planes y actividades de mitigación del cambio climático. Se espera que unos 125 jefes de gobierno y de Estado estarán presentes este martes en Nueva York. En una entrevista, la Secretaria Ejecutiva de la Convención Climática, Christiana Figueres resaltó la importancia de que el proceso climático global deberían ser tanto un proceso “de arriba hacia abajo” (top-down) como “desde abajo hacia arriba” (bottom-up) para tener éxito.

 

El momento actual de las negociaciones de la CMNUCC

Todo este proceso está diseñado para dar nueva vida a las negociaciones climáticas, que han pasado por años difíciles después de la gran decepción de la Cumbre Climática de Copenhague en 2009. Tras el fracaso del protocolo de Kioto y el plan de acción de Bali, en la COP 18 de Qatar se lanza oficialmente un nuevo proceso llamado el Plan de Acción Fortalecida de Durban (ADP en inglés). Este plan tiene como objetivo llegar a un nuevo acuerdo climático global, que debería firmarse el 2015 en la COP 21 y que cuenta con 2 partes; Una sobre acciones a tomar a partir del 2020; y otra sobre las acciones a ser tomadas entre el 2015 al 2020, todo esto para asegurar no sobrepasar los 2 °C de incremento en la temperatura promedio global. Este acuerdo debería ser obligatorio en su cumplimiento, aplicable a todos los países y ejecutable en el corto pl! azo.

Desde un punto de vista basado en las evidencias científicas, hay un acuerdo general de que éstos son los últimos años para poder tomar acciones antes de que el fenómeno del cambio climático sea irreversible. Es por esto que la COP 20 a realizarse en Lima en diciembre de éste año ha generado muchas expectativas ya que en teoría se terminará con un borrador casi final del nuevo acuerdo climático.

 

Desafíos y oportunidades para la sociedad civil

La COP 20 al realizarse en un país latinoamericano es una gran oportunidad para los movimientos y organizaciones de la sociedad civil, para hacer escuchar la voz de los pueblos, comunidades y personas más afectadas por el cambio climático en la región, que más allá de los intereses, voluntades y posibilidades de los estados y de la Convención Climática (CMNUCC), muestren de manera contundente la emergencia de lograr cambios estructurales y tomar acciones drásticas y urgentes.

Por otra parte es una oportunidad para poner en la mesa de discusión cotidiana la atención sobre la compleja problemática del cambio climático para empezar a tomar acciones desde los mismos movimientos, comunidades, pueblos e individuos organizados para avanzar en alternativas de vida y tomar previsiones. Además, si es posible, impulsar avances en políticas púbicas tanto a nivel nacional como a niveles sub-nacionales, éstas deberían estas enfocadas en atender necesidades y fortalecer capacidades de los pueblos y los ecosistemas para hacer frente a futuros escenarios climáticos en temas como el acceso al agua en cantidad y calidad suficiente, la producción sostenible de alimentos y el acceso a energías limpias con control  desde las comunidades. Esto significa también impulsar cambios en las políticas de “desarrollo”, cambiando su ! enfoque extractivista para el crecimiento económico, con medidas que a mediano plazo permitan el cambio de la matriz energética y la sostenibilidad productiva para satisfacer las necesidades de la población, respetando los límites de regeneración  y restaurando el equilibrio con la Madre Tierra con efectiva y real participación social.

Sin embargo la oportunidad y el reto más importante que ofrece la COP 20 en la región es la posibilidad de generar y fortalecer un movimiento que comprenda la importancia y complejidad de la problemática del cambio climático, que se movilice y emprenda acciones más allá de los gobiernos, las Naciones Unidas o los procesos de negociación.

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