Por Mario Duarte.
Dados los últimos hechos efectuados por la Policía Nacional Civil, tanto por acción como por omisión, y las ignorantes afirmaciones del oficialismo y muchos de sus acólitos, es de suma urgencia efectuar las siguientes aclaraciones para evitar que la población que no conoce la Constitución, la Ley Orgánica de la Policía Nacional Civil de El Salvador y no posee conocimientos mínimos de interpretación jurídica, sea manipulada con fines únicamente electorales y delictivos.
Es una tremenda y colosal estupidez afirmar que la PNC le deba “ciega” y exclusiva obediencia al PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA. El artículo 235 de la Constitución clara e inequívocamente establece que todo funcionario, incluyendo al DIRECTOR DE LA PNC, antes de tomar posesión de su cargo protesta bajo palabra de honor ser fiel a la REPÚBLICA y cumplir y hacer cumplir la CONSTITUCIÓNy NO protesta bajo palabra de honor ser fiel al PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA ni tampoco cumplir y hacer cumplir TODO LO QUE ÉSTE LE ORDENE; y, ello es así porque nuestro país TODAVÍA es un ESTADO CONSTITUCIONAL, REPUBLICANO Y DEMOCRÁTICO DE DERECHO, en el cual se obedece exclusivamente lo normado en la Constitución y las leyes y no a una PERSONA EN PARTICULAR Y SUS ANTOJADIZOS DESIGNIOS. Caso muy distinto es cuando esa persona, en el cumplimiento de sus funciones y apegada a la Constitución y las leyes, ordena o pide la colaboración de la institución en cita como lo veremos más adelante.
Aclarado lo anterior, queda entonces establecer la verdadera obediencia de la PNC, la cual sencillamente es a la Constitución y a todo el sistema jurídico de la República. Ello se desarrolla clara e inequívocamente en el artículo 4, numeral 1 de la Ley Orgánica de la Policía Nacional Civil de El Salvador al establecer que son funciones de la PNC garantizar el cumplimiento de las leyes, reglamentos, ordenanzas y demás disposiciones legales.
Como podemos notar de la simple lectura de la norma antes citada, la PNC está obligada, antes que a obedecer órdenes ILÍCITAS E ILEGALES DEL PRESIDENTE DE LA REPÚIBLICA o colaboraciones ILÍCITAS E ILEGALES DE CUALQUIER OTRO FUNCIONARIO QUE LO REQUIERA, a obedecer la Constitución y el sistema jurídico de la República y velar por que se cumplan, amén de las demás funciones y obligaciones que la Ley Orgánica en cita le mande.
Ejemplos sencillos de lo antes expresado lo constituyen la colaboración que hace la PNC cuando una ley, reglamento, ordenanza u otro instrumento legal establece el auxilio de la FUERZA PÚBLICA para evitar que se frustre la materialización de una decisión apegada a derecho de cualquier funcionario en el ejercicio de sus funciones como podría ser el hacer comparecer a una persona con APREMIO cuando la misma se reúsa sin justa causa a cumplir con un llamado, orden o actuación, como es el caso de cualquier funcionario que por ley tiene que comparecer ante las instituciones del Estado o de cualquier ciudadano que por ley tiene que comparecer, acatar o efectuar una decisión pública. En caso de NO CUMPLIR CON LA COLABORACIÓN lícita y legal peticionada POR EL MERO HECHO QUE EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA SE LO PROHIBA, la PNC estaría, simple y sencillamente, incumpliendo los artículos 235 de la Constitución y 4 numeral 1 de la Ley Orgánica de la Policía Nacional Civil de El Salvador, y, en consecuencia, estaría desobedeciendo a los ÚNICOS ENTES A LOS CUALES LES DEBE ESPECIAL Y PRIORITARIA OBEDIENCIA como se escribió al inicio del presente artículo.
Aclarado el objeto y fin de las presentes líneas, debemos recordar que atrás han quedado las épocas tiránicas, represivas y criminales en que los cuerpos de seguridad del Estado eran utilizados por el PARTIDO POLÍTICO EN EL PODER para sus fines ilícitos, ilegales y delictivos, prueba de ello lo constituye el artículo 159 de la Constitución que en su inciso segundo cerró las puertas a tan nefasto pasado al normar que la POLICÍA NACIONAL CIVIL es un cuerpo profesional y ajeno a toda actividad PARTIDISTA…