LA ESTABILIDAD EN EL SALVADOR - Periódico EL Pais

LA ESTABILIDAD EN EL SALVADOR

LA ESTABILIDAD EN EL SALVADOR

En el ajedrez político internacional, la estabilidad de El Salvador, como parte crucial del Triángulo Norte, es tan necesaria a los Estados Unidos, que conviene analizar las variantes que tendrán incidencia, en sus relaciones, durante el Gobierno de Nayib Bukele

Bukele, en la Heritage Foundation, ofreció intrinsicamente, prescindir de la ayuda norteamericana, a cambio de ser su “socio”, lo cual le permitiría la prosperidad económica. Dicha propuesta tuvo lógica, a la luz de los principios liberales; sin embargo, antes de este discurso, Bukele había visitado Israel, pero también Catar, lo cual implico, un pleno acercamiento con el mundo árabe, y no debemos olvidar que, en junio de 2017, Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos y Egipto, cortaron las relaciones diplomáticas con Catar e impusieron un bloqueo, acusándolo de apoyar y financiar el terrorismo y manipular los asuntos internos de Arabia Saudita. Algunos aseguran que Bukele, tuvo allí, posiblemente, reuniones con personeros de Irán: lo cual no sería extraño, pues las mezquitas fundadas por su padre, hoy lideradas por su hermano, han tenido financiamiento iraní.

Para que se pudiese alcanzar, la estabilidad política, económica y social en El Salvador, sería necesario la eliminación de las Maras, especialmente la MS y la 18, que ya son un dolor de cabeza para los Estados Unidos y, para hacerlo, es necesario que las Maras no se vean como un “activo político” o grupos de choque electoral y, evitar su contacto con el crimen organizado, lo cual parece muy difícil, por su gran número y la cantidad de dinero que generan. Es posible el desarrollo económico, sólo si hay estabilidad jurídica e inversión extranjera, lo cual es muy complicado por los niveles de delincuencia existentes y el populismo, más las condiciones negativas que tendremos para el presente año, en cuanto se espera una desaceleración económica.

Por el aumento del FODES, se prevé la necesidad de mayor imposición lo que disminuirá la actividad económica. Parece que la corrupción en los empleos públicos no sólo se mantendrá y tendrá que ser aumentada, para el ingreso de los “Bukelistas”, sin que se puedan reducir los 40,000 empleos creados durante los gobiernos del FMLN.

Existe por ahora, el embelesamiento en derredor de Bukele, tanto de empresarios como de políticos, pero al analizar sus promesas, en un escenario realista, parecen éstas, imposibles de realizar. Las inversiones provenientes del mundo árabe, pueden ser atractivas, pero seguramente, se filtrará capital radical islámico, constituyendo una amenaza más, para los Estados Unidos: por ahora, la legislación impuesta para controlar el dinero proveniente de las extorsiones de Maras o del narcotráfico, han sido inútiles; sólo encarecen las labores normales en la economía, lo que indica que serán mucho menos efectivos, para controlar capitales que vayan destinados al terrorismo.

A todo esto, debe sumarse, una posible crisis política debido a la pugna de la Asamblea Legislativa y Ejecutivo  ya con Bukele, por su investidura, además de la crisis que se plantea en el acuerdo de entendimiento, sobre la presidencia de la Asamblea, que pudiera desembocar en ilegitimad, lo que fuerce a llamar una constituyente, que sólo favorecería la posición interna de Bukele, en detrimento del sistema democrático: cambiando de democracia representativa, a democracia participativa (la política ejercida por la fuerza de la manipulación de la masa)

Se logra la estabilidad sólo bajo los principios del liberalismo: el Estado es sólo un ente rector: la iniciativa privada es el motor de toda actividad y, la coacción de la ley, debe de aplicarse para mantener el orden social. El fin histórico de El Salvador está en el continente americano y, su entelequia, en Latinoamérica y España.

 

Por      Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

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