Tras años de gestiones, los pobladores del Caserío El Dormilón al fin tienen agua en sus hogares.
La vida era muy difícil para los habitantes del Caserío El Dormilón. Para ellos, obtener agua era una tarea muy complicada, ya que debían recorrer más de 10 kilómetros hasta un manantial para abastecerse o desplazarse hasta la ciudad para comprar barriles de agua.
Durante veinte años, la Asociación de Desarrollo Comunal del Caserío El Dormilón buscó apoyo para la construcción de un sistema de agua potable. Sin embargo, debido al alto costo que este implicaba, ninguna organización se animaba a apoyarles.
Pero no dejaron de luchar, y el año pasado sus esfuerzos al fin dieron frutos: lograron conseguir financiamiento para su proyecto. Y a partir de este mes, con ayuda de la Embajada del Japón y a la Alcaldía de Guacotecti, las familias del Caserío El Dormilón contarán con agua potable en sus casas.
Unidad y esfuerzo
Los miembros de la comunidad también trabajaron durante la ejecución de las obras. Hombres, mujeres y niños colaboraron acarreando materiales y realizando tareas de construcción.
“Tener agua potable en nuestros hogares es un sueño hecho realidad. Aún no lo podemos creer, pero trabajando juntos lo logramos”, expresó José Zavala, dirigente de la ADESCO Caserío El Dormilón en la inauguración del proyecto.
Kazuyoshi Higuchi, Embajador del Japón en el país, felicitó y agradeció a la comunidad por su colaboración, dado que esta fue clave para la ejecución exitosa del proyecto.
Para llevar agua a los hogares de esta comunidad se invirtió un total de $144,801 dólares. De estos, Japón aportó $92,917, la municipalidad brindó $40 mil y la comunidad dio $11,884 en concepto de mano de obra no calificada.
En El Salvador, Japón ha invertido 6.7 millones de dólares en 95 proyectos de agua potable, y así ha contribuido a que más de 80 mil salvadoreños tengan acceso a este servicio.