La recién aprobada reforma fiscal, en momentos en que la economía salvadoreña está frágil y porqué no decirlo, en crisis, ha sido un mal comienzo para el gobierno del prof. Sanchez Cerén, especialmente por las malas prácticas utilizadas para su aprobación.
Si bién es cierto es necesario que el Estado haga llegar más fondos a sus arcas, es impensable no acompañarlo de un recorte del gasto público para que se vea también el compromiso y seriedad del Estado para los nuevos impuestos.
Y ¿cómo es posible? que empresas como ALBA hayan quedado fuera de la tan necesaria reforma, que vendría a contribuir a que el Estado pueda cumplir con sus programas sociales. ¿No es esto un doble discurso?
El FMLN pudo haber hecho la diferencia en este nuevo quinquenio y haber comenzado dando muestras de un verdadero interés por trabajar por El Salvador, apoyando a los diferentes sectores a fortalecerse, mientras otras acciones económicas impulsadas por ellos comienzan a dar sus frutos.
Ahora con un FMLN sin medias tintas, la población espera que entre otros, se atraiga la inversión extranjera que genere impuestos y empleo, un problema tan duramente criticado cuando eran oposición. Sin embargo han pasado 5 años sin resultados y con fuertes rumores de tener un Estado fallido, lo cual contribuye a que la inversión extranjera no venga y continuar siendo el páis con menos crecimiento del área.
Agosto es un mes en donde cada uno de los partidos políticos está escogiendo a sus candidatos para alcaldes y diputados para ganar poder territorial y político; Luego de los resultados de la pasada campaña electoral, sabemos que el 50% simpatizan con el FMLN y 50% con la derecha, llámense ARENA, PDC, PCN o GANA, aunque estos dos últimos, en la Asamblea Legislativa, se comportan como apéndice del partido en el poder, y los más recientes, Partido Salvadoreño Progresista y Democracia Salvadoreña, tienen tiene que trabajar para dar a conocer su proyecto político y afianzar su marca, aunque lo mejor sería unirse las derechas e izquierdas y trabajar solamente en dos bloques, como se hace en los Estados Unidos, ahorrándole dinero al Estado.
Dicho lo anterior, las próximas elecciones son cruciales para el balance político del país. ARENA no debe equivocarse al escoger a sus candidatos, recordando que no son las bases las que ponen o quitan a los gobernantes sino el pueblo a quién debe presentar sus candidatos y pedirles su voto