Fiscalía Antihomicidios logra condenas de prisión para dos homicidas de camarógrafo de empresa televisiva - Periódico EL Pais

Fiscalía Antihomicidios logra condenas de prisión para dos homicidas de camarógrafo de empresa televisiva

Fiscalía Antihomicidios logra condenas de prisión para dos homicidas de camarógrafo de empresa televisiva

La prueba aportada por la representación fiscal durante el juicio fue determinante para obtener el fallo que ahora los mantendrá en la cárcel durante 25 y 16 años.

La Unidad Fiscal Especializada Antipandillas y Delitos de Homicidios dio a conocer este jueves las condenas de prisión para dos imputados, quienes fueron declarados culpables por el crimen del camarógrafo de la empresa Grupo Megavisión, Jonathan Samuel Rivas. Fueron sentenciados a cumplir penas de 25 y 16 años de prisión.

El fiscal del caso, detalló que el Tribunal Tercero de Sentencia finalizó ayer la vista pública en contra de Wilber Ernesto Carranza Cabrera, alias “Chino” y Axel Eduardo Villalobos Martínez, alias “Hipie”; ambos, procesados por el delito de Homicidio Agravado en perjuicio de la referida víctima y para este día fueron convocadas las partes para ser notificadas sobre el fallo.

Durante el desarrollo del juicio, la representación acreditó prueba determinante respecto a la participación delictiva y existencia del delito que se les atribuyó. “El honorable Tribunal, dio validez a la prueba en su conjunto y es así como declaró la responsabilidad penal de cada imputado y les impuso las correspondientes penas de cárcel”, explicó el fiscal especializado.

Es así como se estableció que Carranza Cabrera, como autor directo del delito Homicidio Agravado, debera cumplir 25 años de cárcel, al haber disparado contra la víctima; entre tanto, Villalobos Martínez, al haber tenido una participación menor en los hechos, ya que prestó vigilancia en la zona, deberá cumplir la condena de 16 años, en su calidad de Cómplice no necesario en el mismo ilícito.

Este hecho sucedió la mañana del 16 de noviembre de 2017, en las afueras de una iglesia cristiana evangélica ubicada en la Residencial Altavista, en Ilopango, en la cual la víctima colaboraba en su remodelación, cuando fue atacado y murió de forma instantánea.

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