Por Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCION http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 3 de diciembre de 2022.
Por el deseo de asegurar su candidatura presidencial, frente a los diferentes grupos que conforman Nuevas Ideas y su partido, GANA, hizo que Bukele, anunciara su candidatura presidencial, el 15 de septiembre de 2022, desde la cadena nacional, que por obligación Legal debe realizarse, ante cualquier comunicado de Nación. Este hecho, pone fin a las aspiraciones presidenciales de sus allegados, pero desencadena otros acontecimientos de mayor envergadura, los cuales analizaremos.
Fue claro el júbilo de los presentes, en la transmisión de ese acto; todos de su gabinete de Gobierno, desde el Ministro de Defensa, hasta figuras desconocidas, sin embargo notoria fue la expresión de sorpresa y estupor, del Fiscal General de la República y del presidente de la Corte Suprema de Justicia, quienes no aplaudieron ni pusiéronse de pie, para ovacionar la candidatura presidencial: seguramente, por su entendimiento de la Constitución y la comprensión de las consecuencias, pero no se pronunciaron, ni en ese momento, ni despues, ante tal violación constitucional.
Hasta la fecha, la publicidad gubernamental, insiste en que la reelección es posible, sin especificar como, ni citar, su fundamento constitucional, solo palabras que sólo se fundan en la convicción de quien las dice, o sea, sin fundamento legal. Pero lo cierto es que se quiere oponer el “poder popular” como fuente de Derecho, o sea la “democracia participativa”, del chavismo, al texto legal, como si hubiese un cambio constitucional.
Por esta situación, El Salvador quedará aislado, pues los países democráticos, no aceptan estos conceptos, como fuente soberana. La emigración es producto del deterioro institucional, pues las condiciones económicas desmejoran paralelamente a las políticas. El Gobierno determina las condiciones de vida interna y si estas son adversas, el Gobierno es el culpable.
No tendrían oportunidad alguna las candidaturas nacidas de la oposición, pues el oficialismo controla el Tribunal Supremo Electoral, los padrones electorales y, el sistema electrónico de contabilización de votos, de manera que es imposible una candidatura de oposición, sin contar con que el oficialismo, ha hecho presión a todo candidato salido de la oposición, comenzando por Javier Siman y como a Carlos Calleja, a quienes ha dominado, por medio de presiones o conveniencias económicas. Los posibles candidatos de segundo o tercer orden, están siendo dominados por diferentes formas, por lo que únicamente puede surgir, es un liderazgo conjunto, que permita la unidad nacional, sin condicionamientos al gran capital afín a Bukele o, con cuestionamientos, como los descritos por la lista Engels. Con el fin de debilitar a la oposición en la Asamblea Legislativa, ha creado partidos secundarios afines al oficialismo o pseudo opositores, forzando la disidencia de otros partidos, para engrosar esta seudo oposición.
El problema que se avecina es económico, pues si hay reelección, con su candidatura inconstitucional, dará inicio a un aislamiento diplomático, que se extenderá a lo económico, lo cual debilitará las capacidades nacionales, pues la reducción de la economía, crea un problema de insostenibilidad nacional. China, Rusia Irán y Corea del Norte, no son suficientes para mantener una relación diplomática y comercial, mientras el sector económico, tiene sus mercados en países que nos cierran sus puertas, por la posición política del Gobierno.
Solo el retorno al Estado de Derecho y, a las elecciones libres, podrán evitar el aislamiento del país, que necesita de sus relaciones internacionales para subsistir, por ello, el primer paso debe ser un rechazo a la reelección de Bukele y un segundo, la existencia de un Tribunal Supremo Electoral, libre e independiente, bajo la observación de entidades internacionales.