Fallece hijo de periodista por falta de médicos especialistas - Periódico EL Pais

Fallece hijo de periodista por falta de médicos especialistas

Redacción y fotografía Edwin Linares

IMG_20141117_094121En el camposanto Santa Isabel de la ciudad de Santa Ana ya descansan en paz los restos mortales

de quien en vida fuera Mattew Sammer Cuéllar Martínez, hijo del periodista de la revista e

informativo Matices El Salvador.

Un mes con tres días le duró la vida sobre la tierra al hijo del comunicador, tras pasar hospitalizado

desde el día martes 11 de noviembre en el hospital San Juan de Dios de Santa Ana. El suplicio de

los padres de Mattew comenzó ese día en horas de la madrugada cuando fue llevado de

emergencia a ese nosocomio, tras haberse puesto amarillento. Sin embargo, el menor no

presentaba fiebre.

Incluso ese día, el bebé pasó relativamente tranquilo pero esa misma noche su estado empeoró,

según los médicos, quienes lo llevaron a la unidad de cuidados intensivos mientras su madre,

Karen Martínez, de 23 años de edad, andaba recogiendo unos exámenes médicos que le habían

aplicado a Sammer. El menorcito fue entubado.

A partir de ese momento comenzó su lucha contra la muerte. Los médicos especialistas le

argumentaban al padre del niño que tenía una bacteria alojada en los pulmones, hígado y que

luego le afectaría a los riñones, la cual supuestamente había sido provocada por la enfermedad

conocida como fiebre de chikungunya; aunque el infante nunca presentó síntomas como fiebre

alta o erupciones en la piel.

Los especialistas en el sistema público de salud laboran de lunes a viernes. Esto lo comprobó

Cuéllar durante ese proceso de ver a su hijo muriendo lento. Cerca de las 2:00 de la madrugada del

día domingo 16 de noviembre, un paro respiratorio terminó acabando con la vida de Mattew. La

falta de galenos especialistas terminó de generar las condiciones para que el menor perdiera esa

batalla por sobrevivir. Durante ese proceso doloroso, el periodista constató la muerte de dos

menores más, una niña de casi 7 años y otra recién nacida, a quienes les diagnosticaron la misma

causa de muerte: chikungunya.

El sepelio

El lunes 17 de noviembre era la fecha que había pautado una ultrasonografía para que Mattew

naciera, pero eso no fue así. Ese lunes por la mañana sirvió para enterrar al niñito, quien dentro de

su féretro parecía estar dormido con una sonrisa puesta en sus labios. Familiares, amigos,

compañeros de trabajo, agentes policiales y un candidato por la alcaldía de Santa Ana llegaron al

sepelio. Muchos de los acompañantes llevaban un globo blanco en sus manos como símbolo de la

inocencia que representa la muerte a tan corta edad.

La hora más difícil había llegado. Luego de canticos religiosos, lágrimas y palabras de dolor,

resignación y agradecimiento, Mattew fue dejado en su última morada. Junto a él, en otras

tumbas se podía leer nombres de niños que también habían fallecido a pocos meses de haber

nacido.

Los padres de Mattew o Mateo en español-Regalo de Dios, nombre bíblico-le piden a las

autoridades de salud que les den una respuesta del porqué los fines de semana mueren muchos

niños recién nacidos en el Hospital San Juan de Dios y del porqué no hay médicos especialistas.

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