El Salvador que necesitamos - Periódico EL Pais

El Salvador que necesitamos

El Salvador que necesitamos

Por Álvaro Sevilla

La defensa del estado salvadoreño aunque recae la mayor parte sobre las autoridades ejecutivas elegidas en elecciones cada 3 o 5 años, es responsabilidad de todos los ciudadanos que constituyen ese mismo estado, los ciudadanos salvadoreños en un acto reflejo provocado por el egoísmo y ambición tradicional de los políticos encargados de hacer respetar La Constitución del país, niegan su activa participación en la defensa del mismo Estado que cobija; no solo a la propia Familia sino que también a ellos mismos, se hacen del ojo pacho y confían en que DIOS los protegerá y que si no salen para el Norte o al país que acoja a una masa laboral disciplinada y con una agilidad mental sorprendente porque esta fogueada en las condiciones más adversas de una sociedad moderna: Confiscaciones de tierras de sus propietarios, asonadas criminales contra la población que se rebela ante el robo legalizado; Guerra del Futbol; Guerra Civil, Saqueos legalizados de los bienes y erario público; Guerra contra Las Pandillas y principalmente la espantosa Diáspora de los ciudadanos en toda las épocas huyendo de las diferentes situaciones antes descritas.

El valor del ciudadano salvadoreño o de cualquiera en el mundo que viva en determinada zona geográfica donde se eligen gobernantes por votaciones como las que están sucediendo en El Salvador; tiene varios deberes primordiales que no solo es votar; es supervisar que el individuo dentro del partido y a los componentes de ese partido trabajen para el votante sin importar su signo político o su capital. El único privilegio que podrá tener el inversionistas o capitalista es brindarle las condiciones dentro de La Constitución para su labor primordial creación de empleo y su propio capital con premios adicionales por re invertir en el país, no es como tradicionalmente hace las facciones de derecha que el que tiene más dinero más manda o como lo hacen los de izquierda que por la trayectoria política (influencia dentro de su propia argolla) tiene más poder. Pero en estos últimos existen ya dentro de las izquierdas capitalistas de nuevo cuño con más hambre de hacer dinero que los capitalistas del otro lado usando como langostas las ventajas de estar en el poder público o usar

Todos los valores sociales y humanistas del sistema democrático como eje principal de la reglamentación humana esta pervertidos por la lucha por obtener dinero y poder, de manera perpetua mejor; no solo en El Salvador sino que en todo el mundo. Los paniaguados políticos que están usufructuando la cosa pública por medio del control político son los mismos que están en otros países con nombres diferentes solamente, tanto para el país como para el partido o la ideología que dicen defender.

Estos mis hermanos salvadoreños debemos de entenderlo que somos nosotros los que permitimos, porque nos apasionamos tanto por las siglas o los colores del partido que nos volvemos ignorantes de que deben de gobernarse con sentido común, con honradez y en defensa de los intereses de la población en general no del partido electo para el periodo. Debemos de exigirles a los partidos mayoritarios que gobiernen en beneficio de la población en general, por el bien común, como plantear esa exigencia entendiendo que cuando el ciudadano protesta en PAZ por la opresión que recibe del partido de gobierno, debe ser respaldado y exigir los cambios y ajustes de las políticas desastrosas que provocan en la actualidad la huida de las fuentes de empleo, la destrucción del agro, el exceso de trabajadores públicos para suplir la ausencia de empleo privado.

Hay que establecer claramente que asi como juzgamos a las bandas criminales de las llamadas MS y M18, mas sus variantes debemos de juzgar también los criminales que saquean y usufructúan el Estado en beneficio personal; porque las bandas criminales no son luchadores quijotescos por mejorar una sociedad, todo lo contrario son guerreros de la anarquía y subversión del orden establecido en Leyes sociales y económicas por la fuerza de las armas, la coerción armada, chantaje de muerte por lo que diálogos con estos señores solo podrá haber si previamente entregan las armas que poseen, cesan de asesinar por motivos de pandillas o sus usos criminales, entrega con pruebas de las estructuras de asesinos y sobre todo que sus familias sean protegidas por el Estado cuando ese integrante de la estructura criminal trabaje (para que este salario mínimo se le entregue a la familia) con régimen de prisión en reforestación, limpieza comunal, integración por educación o religión a las establecidas dentro de las prisiones, un largo etc.

Un dialogo con estas estructuras criminales no es poner al Estado Salvadoreño, al servicio o protección del crimen. Es cesar de cometer actos criminales en contra de ese Estado y sus Ciudadanos de forma inmediata.

Los insto a que no sean egoístas con el destino de la niñez salvadoreña y menos con sus propias Familias, cometieron crímenes, cesen de cometerlos de forma inmediata y busquen como integrarse a una sociedad que se encamina también a un precipicio donde ellos por el oído acumulado en contra de estos criminales, caerán primero.

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