EL FAMOSO LOCALISMO SANTANECO - Periódico EL Pais

EL FAMOSO LOCALISMO SANTANECO

Por Víctor Álvarez

Los santanecos siempre nos hemos caracterizado e identificado de pregonar a los cuatro viento que amamos entrañablemente nuestro terruño, que poseemos muchas cosas y lugares de gran valor y que en sí, somos algo especial que merecemos la posición más relevante a nivel nacional, puesto que la hemos ganado a base de memorables gestas políticas, pasajes históricos de gran significado, aportes de las artes, las letras, la cultura salvadoreña en general, además de la enorme contribución que hemos brindado siempre a la economía del país, por medio de importantes rubros como el café, aparte de la creación de industrias y productividad comercial que tanto han generado actividad laboral internamente, como también han captado valiosas divisas por la exportación a mercados internacionales.

En Santa Ana han tenido su origen varias de las empresas que hoy son motivo de prestigio para el país.

Aquí nació la cerveza salvadoreña hace más de cien años y la ciudad ha sido cuna también de revolucionarios, filósofos y pensadores; cultores del músculo y forjadores de la juventud, descubridores e innovadores, gente con creatividad, dinamismo, entusiasmo y mucho amor por su ciudad.

Si bien es cierto que sólo he enumerado o expuesto rasgos positivos y brillantes de la HEROICA MORENA, también los hay negativos y adversos como en toda sociedad, más que todo si tomamos en cuenta el crecimiento, la expansión y los cambios que las metrópolis experimentan con el paso del tiempo, el cuál acarrea una serie de problemas de diversa índole.

El incremento de la población, y el brote de más zonas marginales ha obligado a expandir más el radio urbano y también ampliar los barrios y colonias de la periferia, lo que ha motivado a la proliferación de basureros, el hacinamiento en los buses de servicio urbano e inter urbano, el congestionamiento vial y peatonal, la aglomeración en las calles acentuado por la falta de mercados, lo que ha causado la invasión de vendedoras ambulantes en plena vía pública.

Pero aún con todo y sus deficiencias Santa Ana tiene sus aciertos, continúa pujante y atractiva, aquellos que han llegado de otros lugares, antes y hoy, queriendo asentarse aquí, haciéndola crecer y desarrollarse más, sintiendo la hospitalidad de esta tierra grande y noble, que da albergue a compatriotas y extranjeros, y reconoce el esfuerzo y los méritos de quienes han sido los artífices de nuestra historia, hayan nacido o no en este territorio santaneco, cuyos hijos siempre han sabido enaltecer nuestros valores nacionales, sin egoísmo, discriminación, ni oposiciones.

Es por eso que la imagen de “localismo” con que se nos menciona, se nos reconoce y se nos caracteriza, no pasa de ser un mero mito, un decir de los que no son santanecos y no saben ni sienten lo que es nacer, y vivir en esta hermosa tierra.

Localismo hay en todos los pueblos, en todas las ciudades, como nacionalismo y patriotismo hay en cualquier país del mundo, pues el hecho de que se me, se defienda se glorifique el lugar donde uno ha nacido no lo consideramos equivocado ni negativo, por el contrario, es admirable y muy admirable que una persona actúe de esa manera respecto a lo que siente y expresa de su población.

Es más siempre, los santanecos hemos sabido reconocer las obras, los triunfos y los méritos ajenos. Veamos los ejemplos que hay por toda la ciudad. Un parque con el nombre de “Anita Alvarado”, heroína cojutepecana; una escuela con el nombre de “David J. Guzmán”, historiador migueleño, conciudadano del Capitán General Gerardo Barrios, cuyo nombre lleva otra escuela y ostentaba hacer algunos años la Normal de Santa Ana.

También el gimnasio local ha sido nominado “Profesor Ernesto Vega Mojica” que era oriundo de Izalco, departamento de Sonsonate; así en el mismo orden hay más nombres en diferentes lugares de Santa Ana, mientras en el resto de ciudades y departamentos del país, usted casi no oirá ni vera nombres de santanecos en las calles, avenidas o monumentos de estas localidades.

Luego tenemos la avenida “José Matías Delgado”, Prócer nacido en la capital y otra “Fray Felipe de Jesús Moraga”, Presbítero guatemalteco y una alameda “Domingo Monterrosa”, militar fallecido hace muchos años y que no era santaneco.

Aún así, los santanecos seguimos siendo localistas a la vista de todos, ¿Sigue usted pensando lo mismo?

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