Durante varios meses se han venido intensificando la secuencia de sismos en el territorio salvadoreño, la mayoría imperceptibles al sentido humano, hasta el día de ayer, con el enjambre sísmico, causantes de la tragedia conque nos encontramos el día de hoy.
Primero la roca que cayó sobre el vehículo, quitando la vida de una persona joven, nos hace reflexionar sobre la vida y la muerte. Pudo haber sido cualquiera de nosotros transitando a esa carretera que aunque es mas corta representa un peligro a cada instante todos los días.
Hemos visto en redes sociales cantidad de imágenes que denotan el daño ocasionado por los movimientos sísmicos y desde luego hemos comprendido lo vulnerable que estamos como país.
La piedra que cayó sobre el vehículo, no debió suceder si se hubiera dado mantenimiento a la maya que en algún momento se puso en una parte de la superficie rocosa para evitar este tipo de sucesos.
Con esta nota queremos hacer conciencia y estar siempre preparados por si ocurre un sismo de mayor intensidad. Tener siempre candelas, cocina a gas, agua potable y lo necesario para una emergencia. Y si pasa otro siniestro mas grave que este, no se quede en casa ayudemos al vecino, no nos quedemos viéndola pasar por tv. actuemos.
Hoy este día estamos sorprendidos por el daño que unos sismos han ocasionado, pero debemos guardar la calma. El hospital del ISSS el Policlinico Arce esta en alerta ya que varias paredes están dañadas.
Drenajes fisura dos por la sismicidad del subsuelo. Esto es algo a lo que nadie pone atención. Cielos falsos caídos, paredes dañadas etc.
Guardemos la calma y en estas vacaciones seamos prudentes y no olvidemos que no son vacaciones realmente, es una Semana de Oración y comunión con Dios. Pongámonos en sus manos y además oremos por la paz mundial.
