Frazadas, alimentos y chocolate caliente, fue la entrega que Cruz Roja Salvadoreña hizo a través del Comité de Damas Voluntarias a cientos de personas que viven en las calles de San Salvador.
Las sirenas sonaban pero esta vez no se trataba de una emergencia, eran las Damas Voluntarias quienes se dirigían a brindar un poco de consuelo a las personas que habitan en las calles y avenidas de la capital. Como es costumbre desde hace más de 25 años, con esta actividad, Cruz Roja volvió a dibujar una sonrisa en aquellos que pasan desapercibidos por la sociedad.
“Es una buena ayuda porque no pensábamos que iba a venir la Cruz Roja a dejarnos estas cositas, que Dios me los bendiga”, dijo Salvador Méndez Cruz, beneficiado con la actividad.
Uno de los siete principios fundamentales de esta institución de socorro es el de Humanidad y reza así:
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, al que ha dado nacimiento la preocupación de prestar auxilio, sin discriminación, a todos los heridos en los campos de batalla, se esfuerza, bajo su aspecto internacional y nacional, en prevenir y aliviar el sufrimiento de los hombres en todas las circunstancias. Tiende a proteger la vida y la salud, así como a hacer respetar a la persona humana. Favorece la comprensión mutua, la amistad. La cooperación y una paz duradera entre todos los pueblos.
“Queremos darle un poco de aliento a estas personas aunque sea una vez al año, aunque algunas personas digan que son indigentes pero igual son seres humanos, con esto estamos poniendo en práctica uno de los principios de nuestra institución, el de Humanidad”, declaró el vocero de Cruz Roja, Carlos López Mendoza.
El recorrido dio inicio en las inmediaciones del mercado “La Tiendona”, luego la ayuda se trasladó a las inmediaciones del Barrio San Miguelito, concluyendo en la zona del bulevar Tutunichapa.
Fueron más de 250 personas las beneficiadas con la actividad, que es desarrollada cada año por las Damas Voluntarias de Cruz Roja.
“Ayúdanos para ayudar, como Damas Voluntarias nos encargamos de recolectar fondos para poder traer este tipo de ayuda, también las donaciones que gente altruista hace a la institución nos permite que traigamos un momento de alegría a estas personas”, dice Margarita Claros de Castellanos, Presidenta de Damas Voluntarias.
“Les quiero dar gracias por la ayuda que nos traen, porque hace frío y con la frazadita y el chocolate, nos sentimos mejor, estoy muy agradecido”, dice Alberto Díaz, otro beneficiado.
“Gracias y que Dios los bendiga”, fueron las únicas palabras de Doña Antonia López, una mujer de 86 años, que vive en las calles desde hace varios años y que tiene dificultades para caminar.
Con esta actividad, Cruz Roja Salvadoreña reafirma su compromiso con la sociedad, dejando de lado cualquier tipo de discriminación, prevaleciendo la integridad de las personas sin importar su condición social, credo o ideología.