Periódico El País
El pasado lunes 18 de agosto, nuevamente los miembros del Sindicato General de Empleados de la Salud (Sigesal) continuaron con las medidas de protesta en contra del director del hospital San Juan de Dios, Ramón Ábrego, a quién denuncian de estar «despilfarrando» los fondos del hospital.
Las protestas iniciaron el martes 12 con un paro administrativo que afectó áreas como la unidad financiera, recursos humanos, enfermería y la dirección. Al día siguiente las cosas continuaron igual y fue hasta el jueves 14 que se decidió por cerrar áreas como la consulta externa, sala de operaciones central, citas programadas, entre otros. Esta acción duró únicamente un día.
El inicio de la semana que apenas finaliza estuvo marcado por una protesta realizada por SIGESAL en los alrededores del hospital, quienes comenzaron una marcha desde el sector sur del edificio (emergencias) y que recorrió todo el contorno de las instalaciones. Los manifestantes portaron pancartas con mensajes alusivos a la destitución del director, así como gritaron consignas dirigidas al presidente Salvador Sánchez Cerén y la Ministra de Salud, Violeta Menjívar, exigiendo la remoción del funcionario.
Los sindicalistas dijeron que Ábrego se ha convertido en «una enfermedad de alto riesgo» para la salud de los pacientes y las finanzas del hospital, ya que según ellos durante los dos últimos años de gestión ha comprado maquinaria defectuosa a un solo proveedor, por lo que lo acusan de favorecer a una sola empresa con las licitaciones.
Por su parte, el director del hospital mostró a Periódico El País algunos documentos en donde se refleja las empresas que han ganado licitaciones en la adquisición de diferentes equipos. Según el galeno los sindicalistas han faltado el respeto a los pacientes con las acciones tomadas en los últimos días, impidiéndoles incluso el ingreso a las instalaciones. «Ahí han violado el derecho de movilidad que tiene la población», consideró Ramón Ábrego.
El funcionario desmintió que se estén realizando compras fraudulentas. Por ejemplo el caso de un vuelo hacia México, que los sindicalistas denunciaron que costó más de mil dólares en clase económica y se desconocía la misión que se iba a realizar, Ábrego explicó que fue pagado con fondos externos de la cooperación de China-Taiwán y sirvió para capacitar a una doctora en temas relacionados al cáncer. «Para eso no ha salido ni un solo centavo del hospital», recalcó.
Las atenciones en las diferentes áreas del hospital ya no se han visto afectadas con las actividades de protesta, sin embargo la población espera que esta situación se normalice ya que crea un ambiente de incertidumbre en torno a la salud de los pacientes. «Uno no sabe si las personas que están adentro están siendo bien atendidas, como el tiempo lo tienen que repartir entre los pacientes y sus problemas personales», dijo una mujer mientras esperaba ingresar a la hora de la visita, Silvia Aparicio.