Periódico El País
Haciendo recordar el triunfal ingreso de Jesucristo a la ciudad de Jerusalén, montado en un burro,
miles de feligreses católicos en todo el mundo conmemoraron el día Domingo de Ramos, inicio
de las actividades religiosas de conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. El
Salvador no fue la excepción y todas las iglesias y parroquias se unieron a esta fecha.
Desde muy temprano por la mañana los fieles santanecos llegaron a las respectivas iglesias
para ser parte de la procesión que marca el inicio de la Semana Santa. “Nosotros todos los años
venimos a la procesión porque en nuestro corazón es una obligación dedicarle el tiempo a nuestro
Señor”, manifestó Sandra Martínez, quien llegó como asistente a la procesión de la iglesia San
Lorenzo de Santa Ana.
Fueron alrededor de 200 personas las que participaron en esta actividad, la cual inició a las 8:30
de la mañana del domingo en la colonia La Alameda, en la final Avenida Independencia Norte,
finalizando con una misa en la parroquia. Previo a la salida de la procesión, el párroco Jerónimo
Morales realizó la bendición de los ramos que portaban los feligreses, acompañando a la imagen
de Cristo.
«Los ramos son símbolo de triunfo, celebramos la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén»,
manifestó el sacerdote. Añadió que este tiempo se debe disfrutar y vivir en familia el misterio
pascual (pasión, muerte y resurrección). Instó además a las personas a que permitan a los niños
y niñas ser parte de estas actividades religiosas, pues con ello se estará fomentando los valores
espirituales y cristianos en ellos.
Según los relatos de los Evangelios, Cristo entró a la ciudad montado en un burro y
autoproclamándose como El Mesías, al verlo ingresar por la puerta principal, el pueblo lo recibió
con alfombras elaboradas con sus propios mantos y ramas de árboles, surgiendo de ahí la
conmemoración del Domingo de Ramos. “Eso es lo que nosotros estamos representando con esta
acción de este día, nuestro humilde recibimiento al Señor”, dijo Morales.
La procesión también fue acompañada por varias decenas de niños y niñas estudiantes del colegio
San Lorenzo, quienes portaron también sus ramos durante todo el recorrido de la procesión y
entonaron alabanzas de júbilo para anunciar la llegada de Cristo. “Me gusta venir a esta procesión,
después vamos a la misa. La Semana Santa es algo de amor”, dijo el niño Cristian Mendoza, del
sexto grado.
Suele suceder que la feligresía, luego de haber conmemorado esta fecha como el inicio de la
Semana Santa, guarda los ramos detrás de la puerta principal de la casa como símbolo de un grato
recibimiento de Dios en cada morada.