Condena sin precedentes a Cristina Fernández de Kirchner - Periódico EL Pais

Condena sin precedentes a Cristina Fernández de Kirchner

Condena sin precedentes a Cristina Fernández de Kirchner

Nunca una figura en tan alto cargo había sido condenada en Argentina.

La prensa europea se hace eco ampliamente de la condena dictada por un tribunal argentino contra Cristina Fernández de Kirchner y destaca la polarización imperante en ese país.

En Alemania, el periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung informa que «en Argentina, la poderosa vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchnerfue condenada a seis años de cárcel por corrupción. Además, un tribunal federal de Buenos Aires dispuso que sea inhabilitada para el desempeño de cargos públicos. Sin embargo, Fernández de Kirchner goza de inmunidad debido a su cargo. Por eso, no corre peligro inmediato de ser encarcelada. Además, se espera que el fallo sea apelado y que, por ende, el caso se prolongue aún por años”.

Figura que polariza

El periódico muniqués Süddeutsche Zeitunghace notar que «el Gobierno izquierdista argentino calificó las investigaciones contra Kirchner de ‘lawfare’, una guerra con métodos judiciales. (…) Kirchner representa el ala izquierda de la actual coalición de gobierno y es considerada como quien maneja en realidad los hilos en Buenos Aires. Una y otra vez impone su voluntad al Gobierno. Sus seguidores, en general de sectores menos acomodados, ven a Kirchner como garante de los generosos programas sociales. A través de movimientos sociales, sindicatos y grupos como la organización juvenil La Cámpora, que le es leal, la carismática política domina la calle.  Casi no hay otro político que polarice tanto a la Argentina como Kirchner, amada por sus seguidores con tanta vehemencia como es odiada por sus adversarios».

Desconfianza en el Poder Judicial

The Guardian, de Londres, apunta por su parte: «Fernández de Kirchner es una figura que causa división en la política argentina. (…) Sus detractores llevan mucho tiempo acusando a Fernández de Kirchner de corrupción, y el veredicto hará poco por cambiar opiniones profundamente arraigadas, afirma el Dr. Sebastián Giorgi, semiólogo argentino que ha estudiado el discurso en torno al juicio. ‘Los que ya pensaban que era corrupta seguirán pensando lo que piensan, y los que piensan que no lo era, también seguirán pensando lo mismo’, afirmó. Señaló que la confianza pública en el poder judicial argentino es baja y que el público, especialmente el joven, es más propenso a formar sus opiniones a partir de las redes sociales».

Efectos colaterales

El rotativo español El Mundo plantea: «Pese a las demoledoras evidencias de la fiscalía y a la sentencia del Tribunal Federal, hay un grupo muy importante de argentinos que cree que Cristina, como se la conoce popularmente en el país, es víctima de una conspiración y totalmente inocente de los cargos de que se la acusan. Y hay otro sector que sostiene una postura similar, aunque con matices: sí, Cristina y su marido pueden haber robado, pero para hacer política y sostener el ‘proyecto nacional y popular’ se necesita ‘caja’, dinero para enfrentar a los poderes establecidos.

Para muchos otros argentinos, en buena parte votantes de la coalición opositora Juntos por el Cambio, la condena a Fernández de Kirchner es un hecho que se celebró con la intensidad y la alegría de una victoria en el Mundial. La condena en el caso de desvío de fondos para la obra pública tiene un efecto colateral muy importante: la sentencia y las pruebas que figuran en ella pueden servir de base para activar otros procesos judiciales en los que está envuelta la vicepresidenta, y que también involucran a sus hijos».

La crisis económica

La Repubblica, de Roma, publica un artículo de corresponsal que indica: «El juicio a la vicepresidenta argentina no tiene precedentes en la historia de la justicia del país: es la primera vez que una figura política tan importante es juzgada mientras ejerce su cargo”. Además, hace notar que «la condena se produce en momentos de mucha tensión en el país, donde la crisis económica, heredada del precedente Gobierno del conservador Mauricio Macri, no se ha resuelto”.

Y, sobre la figura de la actual vicepresidenta, apunta: «Cristina Kirchner es, todavía hoy, muy querida en Argentina, pero el Gobierno peronista del que forma parte y que hoy dirige el país atraviesa un momento de fuerte impopularidad. Hoy, las cifras de la crisis económica argentina recuerdan a los tiempos previos al terrible default de 2001: el 40 por ciento de las familias argentinas vive por debajo del umbral de la pobreza y uno de cada dos niños está desnutrido. El peso argentino ha seguido cayendo bajo el nuevo Gobierno y la inflación subiendo: +68 por ciento desde principios de año, pero las previsiones de aquí a diciembre la elevan al 90 por ciento”.

(ms)