La Unidad de Delitos Relativos a la Vida e integridad Física de la oficina Fiscal de Sonsonate, logró la condena de 20 años de prisión contra tres miembros activos de la pandilla 18; después de que un Tribunal, los encontrara culpable por el delito de Homicidio Agravado en grado de Coautoría, en perjuicio de Carlos Alberto González Rivera, de 43 años de edad; hecho ocurrido el 8 de enero de 2016, sobre la carretera que de Sonsonate conduce a San Salvador, en Colonia Providencia, jurisdicción de Armenia, Sonsonate.
El jefe de esta oficina Fiscal, Ernesto López, identifico a los imputados como: Walter Enrique González Peña, alias “Surdo” o “Tierra”, de 25 años; Juan Carlos Brenes Molina, alias “Juan Carlos”, de 30 años, y José Miguel Galdámez Gómez, alias “Chele” o “Pan de Yema”, de 21 años de edad.
La vista pública se desarrolló el en el Tribunal Primero de Sentencia de Sonsonate, el 15 de junio de 2018, donde los fiscales presentaron los indicios de pruebas que establecen la participación individual de los tres imputados en el homicidio; además de las pruebas documentales y periciales pertinentes; contó con la declaración del testigo protegido clave “Fujimori”; después de los alegatos, el juzgador resolvió emitir el fallo condenatorio de 20 años de prisión, para cada uno de los imputados, por el delito de Homicidio Agravado en grado de Coautoría.
De acuerdo a la declaración del testigo protegido clave “Fujimori”, cuando se dirigía a esperar el bus, delante de él iba caminando la victima Carlos, y al llegar a la carretera que de Sonsonate conduce a San Salvador, Carlos se quedó parado en el separador de la calle, ya que estaban pasando varios carros; luego vio que al otro lado de la carretera a cuatro pandilleros de la 18, que se mantienen en la Colonia Las Arcas.
Los pandilleros al ver a Carlos, que estaba parado a la mitad de la carretera, se dirigieron él; uno de los sujetos portaba un arma de fuego en la mano, y lo seguían los otros tres sujetos, también con arma de fuego en la mano, entre ellos los tres imputados, pero al que vio directamente que iba con el arma levantada contra Juan Carlos y sin mediar palabra le comienza a disparar a Carlos.
El testigo al ver lo que pasaba se tira al suelo a un lado de la carretera y solo escuchó varios disparos no recuerda cuantos disparos fueron, luego que dejaron de disparar, el testigo levanta la vista y ve que los cuatro sujetos salen corriendo y se introducen en el desvío conocido como Los Mangos, posteriormente ve que Carlos estaba tirado en la carretera; más tarde se da cuenta que la policía estaba reconociendo el cuerpo de Carlos.