Uno de los momentos culminantes de los festejos julianos en Santa Ana, es la celebración de la Misa Patronal, la cual se desarrolla en Iglesia Catedral ante miles de feligreses católicos que se acercan para celebrar la grata fecha dedicada a señora Santa Ana, la abuelita de Jesucristo.
Este año, la misa fue oficializada por el padre Martín Avalos, quien dedicó buena parte de ella a pedir por la paz en nuestro país, e instó a las autoridades a pedir sabiduría al Todo Poderoso para realizar un mejor desempeño “Salomón pedía esa sabiduría para gobernar, para poder distinguir entre el bien y el mal, sabiduría es decir gobernar según el camino de los mandamientos” hizo el llamado el padre Avalos.
El tema de la ola delincuencial que atraviesa nuestro país no pasó por alto durante el sermón de la misa patronal, “ya estamos cansados de ver cómo se embolsan cadáveres como perros, ya estamos cansados de tanta muerte, estamos cansados de tanta violencia, la solución está en la palabra de Dios cuando dice no matarás” fueron las palabras del religioso, quien además reconoció que “la vida es un don, es un regalo y hay que trabajar por la calidad de la vida”.
Cientos de salvadoreños de todas partes del país acudieron al llamado hecho por la iglesia católica para participar de las actividades religiosas durante la novena en honor a la patrona de la ciudad morena, “es una santa, es milagrosa, llevo años de venir a saludarla en su día” confesó una de las miles de feligreses que abarrotaron el interior de la iglesia Catedral.
Como en años anteriores, los santanecos extrañaron la presencia de las personalidades como el Presidente de la República, Mauricio Funes, quien por tercer año consecutivo no asistió a Catedral para formar parte de las festividades en honor a Santa Ana, sin embargo sí se contó con la presencia de algunas autoridades civiles del municipio de santaneco.
Para finalizar el sermón de la misa el padre Martín Avalos pidió que se haga un cambio social, “pero primero debemos cambiar nuestro corazón, el que puede hacernos más justos es Cristo, el que puede hacernos más solidarios es Cristo, él es el único que puede tocar nuestro corazón duro” finalizó.
PROCESIÓN
La celebración de los festejos patronales en honor a Señora Santa Ana ha llegado a su fin, sin embargo, como ya es una tradición, la patrona de todos los santanecos recorrió las principales calles y avenidas de la ciudad para saludar a sus devotos, quienes con rebosante algarabía la vieron pasar frente a sus casas y se unían al cuerpo de una procesión que parecía un interminable mar de gente.
El principio del fin de las actividades religiosas inició a tempranas horas de la mañana con la celebración de la misa patronal, luego los feligreses regresaron a Catedral para esperar la hora que San Juaquín, Señora Santa Ana y la Virgen María iniciaran el recorrido por barrios y colonias de la diamantina de occidente.
El párroco de iglesia Catedral, David Guardado, se mostró satisfecho por el desarrollo de las festividades y reconoció la religiosidad demostrada por los santanecos durante todas las actividades organizadas por la iglesia, “una evaluación muy positiva espiritualmente hablando, las personas han respondido grandemente, la catedral ha estado a reventar” comentó el sacerdote.
LA PROCESION
El recorrido de la procesión inició bajo un inclemente sol a pocos minutos de las cuatro de la tarde, a esa hora ya cientos de feligreses se encontraban esperando la salida para acompañar a señora Santa Ana, el calor era sofocante pero no tanto como para opacar la fe del pueblo salvadoreño, “está haciendo calor, pero nada me detiene de venir a ver a Santa Ana, yo todos los años he venido, llevo ya como treinta años de visitarla” comenta Carlos Gómez en el atrio de la iglesia.
Señora Santa Ana hizo estación frente a diferentes iglesias católicas de la ciudad, en cada una recibió lluvia de aplausos y agradecimientos, además en todas las comunidades jóvenes y adultos habían preparado alfombras especiales para recibirla y en muchos casos al centro de la alfombra se dejó un arreglo de flores naturales como obsequio a la madre de la virgen María, los cuales eran colocados en el anda que transportaba a Señora Santa Ana.
Poco a poco, el fuerte sol con el que inició la procesión fue opacándose, cediéndole su lugar a nubes obscuras que presagiaban una inevitable lluvia, “mire como está, ya va a llover” comentó una señora al tiempo que preparaba su paraguas y escondía su teléfono celular en una bolsa plástica para “evitar que se arruine”, no pasó tanto tiempo de eso cuando las primeras gotas de lluvia comenzaran a precipitarse.
Recién habría pasado la imagen de Señora Santa Ana frente a la Iglesia Guadalupe cuando la lluvia se volvió más intensa, los feligreses no repararon en la lluvia y continuaron con el recorrido de la procesión, la cual finalizó alrededor de las siete de la noche, con lo que se ha puesto punto final a las fiestas patronales en honor a Señora Santa Ana.