Varias comunidades y organizaciones de Jiquilisco, en Usulután, temen que el cambio de uso de suelo para actividades agrícolas en terrenos fronterizos al área del manglar, genere contaminación al recurso hídrico y al bosque salado, lo que puede afectar a la salud humana y sus medios de subsistencia.
La preocupación llegó hasta la Ministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Lina Pohl, y el Ministro de Gobernación y Desarrollo Territorial, Arístides Valencia, quienes desde muy temprano se trasladaron a las comunidades La Chacastera y La Tirana, al occidente de Jiquilisco, para reunirse con los pobladores y conocer de cerca sus inquietudes.
Representantes de al menos ocho comunidades que habitan en las próximidades del área donde se proyecta sembrar alrededor de 300 manzanas de caña de azúcar, se oponen a esta actividad motivadas por la posible contaminación del uso de agroquímicos al recurso hídrico y el manglar, lo que afectaría la salud de la población, la pesca y la extracción de punches, principal ingreso económico de muchas familias del sector.
Según los habitantes, el terreno en el que se pretende cultivar caña, es actualmente un potrero donde hay árboles dispersos y colinda con una zona de transición de bosque salado a dulce, donde predomina el manglar, con bancos de arena, marismas y manto freático superficial, y donde se observa también presencia de mangollano y chacastera.
Las comunidades próximas a este terreno son: La Tirana, Los Cálix, La Chacastera, El Marillo, Montecristo, La Babilonia, Los Lotes y Las Mesitas. Sólo en la comunidad La Tirana, habitan 27 familias, cuya actividad productiva es la extracción de punches y la pesca.
Similar temor existe en el sector de La Chacastera, en el que el cambio de uso por cultivos de caña podría generar alteraciones en el ecosistema.
Restauración de ecosistemas
Parte de la degradación existentes en las zonas de manglares ha sido ocasionada principalmente por la utilización no sostenible de los recursos naturales; una alta presión de actividades agropecuarias inapropiadas sobre los ecosistemas boscosos, que conllevan a un cambio de uso del suelo y al avance de la frontera agrícola; procesos de erosión y sedimentación con azolvamiento de canales en las zonas de manglar; y la deforestación en las partes altas.
La ministra Pohl les explicó a los presentes que el MARN promueve el Programa de Restauraión de Ecosistemas y Paisajes (PREP), que tiene como fin promover y facilitar la restauración de ecosistemas y paisajes rurales como mecanismo para asegurar la provisión de servicios ecosistémicos claves (agua, regulación hídrica, fertilidad del suelo, etc.) y la conservación de la biodiversidad como forma de reducir riesgo, construir resiliencia y adaptarse a los impactos del cambio climático, sobre todo la variabilidad del clima.
Bajo este programa existen procesos de reconversión de las actividades agropecuarias convencionales por prácticas sostenibles, como la agricultura orgánica y la no quema, o los esfuerzos iniciales de «zafra verde» en la caña de azúcar (cosecha de la caña sin el uso del fuego).
Pohl manifestó que ya hay distintas experiencias en el país que demuestran que las cosas se pueden hacer de otra forma. Recientemente recorrió la zona de la microrregión de Ahuachapán donde ya hay iniciativas en fincas de café en las que han reducido el uso de agroquímicos para hacer sostenible la producción y en zonas de cultivos de maíz en las que han modificado su forma de cultivar para evitar la erosión, el azolvamiento y el uso de pesticidas.
En el sector de Jiquilisco hay un movimiento importante de organizaciones que han apoyado el desarrollado de esfuerzos locales de restauración del paisaje rural. Estos van desde aquellos promovidos en el ámbito comunitario como: los Planes Locales de Aprovechamiento Sostenible (PLAS), al que pertenecen las ocho comunidades, y los esfuerzos de protección y conservación de áreas de bosque por parte de juntas comunitarias y ONG.
Además de los titulares del MARN y Gobernación, diputados de la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático de la Asamblea Legislativa en la reunión estuvieron presentes miembros del Comité Ambiental del Plan Local de Aprovechamiento Sostenible (PLAS), de Líderes de la Coordinadora del Bajo Lempa y Bahía de Jiquilisco, habitantes de la comunidad La Tirana, Asociación Mangle, EcoViva, la Alcaldía de Jiquilisco y la División de Medio Ambiente de la Policía Nacional Civil.