El uniforme estudiantil y los útiles escolares quedaron hace mucho tiempo en el olvido, pero los fuertes lazos de amistad aún prevalecen en un grupo de exalumnos del reconocido Liceo Santaneco; institución que durante muchos años se encargó de formar estudiantes destacados.
Y en conmemoración del quincuagésimo aniversario del Liceo Santaneco, la de la promoción estudiantil del año 1966, colocó una placa significativa en las instalaciones de las que un día fueron sus aulas.
45 nombres se han plasmado en esta placa, donde también se hace honor a los maestros abnegados que se encargaron de inculcar principios y valores a cientos de estudiantes, en especial a quien en vida fue el director de dicha institución durante muchos años, el Prof. Manuel Farfán Castro, mentor que es recordado por sus ex -estudiantes como una persona de intachable conducta pública y privada, un maestro de acrisoladas virtudes y cualidades.
“En la placa hacemos mención al ilustre maestro de maestros, nuestro querido director don Manuel Farfán, quien fue formador de muchas generaciones, de personeros útiles a la patria; él supo inculcar en todos nosotros amor a Dios, a pesar de que fue una institución laica; amor a la patria y a la sociedad” expresó Oscar Montes integrante de la promoción 66.
Entre recuerdos, abrazos y sonrisas, la promoción 66 del Liceo Santaneco, disfrutó de un momento agradable, ya no como aquellos jóvenes llenos de sueños, hoy como mujeres y hombres de bien.
La alegre ex – alumna, Tony Morales de Levi, explicó que esta iniciativa nace a partir de las constantes reuniones que como promoción realizan “queríamos celebrar los 50 años, y por ello hicimos una fiesta increíble, bailamos, comimos, hubo de todo; pero a alguien se le ocurrió colocar una placa que quedara de recuerdo, y gentilmente la ahora dueña del local nos permitió que la pusiéramos, ahí están los nombres de todos nosotros (promoción 66)” añadió de Levi, señalando la placa.
50 años han pasado desde que este grupo se convirtió en la promoción de bachillerato número 66, algunos ya han pasado a mejor vida, pero viven en los corazones de los que un día fueron sus compañeros de clases.
“Es algo muy bonito recordar la hermandad de todos los compañeros del colegio y nos hemos unido nuevamente para revivir nuestra juventud” manifestó Herbert Serarols, también integrante de la promoción 66.
No cabe duda que la amistad verdadera prevalece por años, sin importar los caminos que las personas tomen.
Por: Victoria Cabrera
