Periódico El País
Ana Guadalupe Serrano es enfermera auxiliar de la unidad de salud de Gariga Palmera, del municipio de San Francisco Menéndez en Ahuachapán. La profesional recuerda que hace unas semanas a la unidad de salud se presentó una mujer quien se había lesionado a sí misma, cortándose las venas de ambas manos. Al momento de ingresar la paciente, Serrano se encontraba sola y tuvo que atender la emergencia.
«La primera atención fue curarla y luego hubo que estabilizarla emocionalmente porque se había tratado de suicidar», explicó. Esta situación se presentó durante el tiempo en el que la auxiliar recibía el curso de Salud Mental impartido por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social para más de cien empleados de la zona occidental.
Gracias a los conocimientos que había adquirido en las capacitaciones supo controlar el estado depresivo de la paciente hasta que fue trasladada a la unidad de salud de Cara Sucia. «Ya teníamos alguna experiencia en la teoría y ese día nos tocó ponerlo en práctica», dice con un halo de satisfacción en su rostro.
Durante el curso los empleados de Salud han adquirido diversas técnicas para detectar en un lapso de diez minutos a una persona con indicios suicidas, lo que permitirá, según ellos, reducir el riesgo de muerte.
La capacitación fue dirigida a médicos, enfermeras, promotores de salud, psicólogos, entre otros. Tuvo una duración de tres meses, en los cuales se les capacitó en aspectos de prevención, detección y seguimiento a las conductas suicidas.
Según las autoridades sanitarias, el suicidio en El Salvador y el resto de la región Centroamericana, es un problema que se ha vuelto más frecuente en personas que van desde los 15 hasta los 44 años de edad.
«Según el observatorio centroamericano de la conducta suicida, el comportamiento de este fenómeno en El Salvador muestra una prevalencia en hombres, alcanzando el 75 por ciento de los suicidios registrados en los últimos cuatro años», manifestó el jefe de la unidad de Salud Mental del Ministerio de Salud, Arturo Carranza.
Entre las principales causas que provocan tomar una decisión fatal están los trastornos mentales, la depresión, conductas impulsivas y los trastornos por consumo de alcohol. Según la Organizción Mundial de la Salud, anualmente mueren aproximadamente un millón de personas por suicidio, equivalente a un caso cada cuarenta segundos, cifras que mantienen preocupadas a las autoridades.