La Asociación Salvadoreña de Oftalmología realizó recientemente, la entrega de un reconocimiento por su excelente trayectoria en lo laboral al Dr. Pedro Rivas Cañas, quien aparte de ser reconocido como uno de los mejores oftalmólogos de la Ciudad Morena, también es conocido por brindado su ayuda a lugares benéficos.
El Dr. Rivas comentó que comenzó a trabajar en el año de 1980, en donde inició sus prácticas privadas en Hospital Climesa y en el Hospital Nacional San Juan de Dios, en donde empezó a ganarse la reputación entre las personas de buen médico en Oftalmología.
El reconocimiento que se le otorgó no sólo fue por su gran trayectoria en el área de la oftalmología, sino también porque ha colaborado con lugares de beneficencia, como La Casa Goretti y la Ciudad de los Niños, lugares donde la pobreza es evidente, sin embargo, la gran experiencia adquirida en los años trabajando y el gran corazón que el doctor tiene para ayudar a las demás personas, hizo que brindara sus servicios de forma gratuita, asimismo, aportando medicamento para aquellas personas necesitadas.
El doctor ha sido miembro y ha colaborador en diferentes asociaciones en occidente, tales como El Club de Leones de Santa Ana y Chalchuapa.
El amplio conocimiento que el doctor posee, ha sido gracias a que siempre ha estado a la vanguardia de los avances tecnológicos de la oftalmología, para así brindar mejor ayuda a quienes la buscan de él. Cabe mencionar que su profundo conocimiento en la materia, también ha sido gracias a que se ha desempeñado como docente en universidades del país como: UES, Evangélica y UNASA.
La gran labor humana que el capacitado doctor tiene lo llevó a que se le obsequiara tal reconocimiento de la Asociación Salvadoreña de Oftalmología, de la cual fue uno de sus fundadores cuando ésta inició.
“En lo personal me considero como una persona normal, una persona común y corriente que se preocupa e interesa por realizar de la mejor forma su trabajo; no me creo más que nadie”, comentó el doctor al describirse como persona.
Los objetivos que el galardonado doctor tiene para su futuro son los de seguir ayudando a los que más lo necesitan y seguir desempañando su labor hasta que Dios se lo permita.
Por: Rodrigo Zetino
