Amnistía Internacional denuncia hipocresía en materia de derechos humanos - Periódico EL Pais

Amnistía Internacional denuncia hipocresía en materia de derechos humanos

La ineficacia de la ONU o los avances en derechos humanos propiciados por las movilizaciones populares en la llamada la Primavera Árabe son algunos de los temas del informe de A.I. que destaca el experto Javier Zúñiga.

Amnistía Internacional presenta su informe anual correspondiente al año 2011 con respecto al estado de los derechos humanos en el mundo. El coraje de miles de manifestantes que, en el marco de la Primavera Árabe, se abalanzaron a las calles para pedir justicia, paz y resarcimiento de las víctimas, contrasta con la ineficacia del Consejo de Seguridad de la ONU, un organismo que, en palabras del Consejero Especial en programas Regionales en el secretariado de Amnistía Internacional de Londres, ha sido incapaz de estar a la altura de las circunstancias.

En el informe de 2011, Amnistía Internacional acusa a la Comunidad internacional de incorporar en su discurso el lenguaje de los derechos humanos sólo cuando este implica un beneficio económico para los gobiernos. En este sentido, Javier Zúñiga ha afirmado que los progresos en Derechos Humanos de este 2011 han tenido lugar a pesar de la ineficacia y pasividad de los estados a la hora de proteger los Derechos Humanos tanto dentro como fuera de sus territorios. Además, ha destacado la urgencia de un Tratado Internacional de Armas consensuado por Naciones Unidas que limite y controle el comercio ilegal de armas para evitar que éstas acaben utilizándose en conflictos en los que se vulneran los Derechos Humanos. Con Javier Zúniga conversamos acerca del estado de los derechos humanos en el mundo tras cumplirse este agosto 50 anos de la ONG en la lucha por los Derechos Humanos.

En el informe se afirma que se han dado algunos progresos a la hora de abordar los altos índices de impunidad que rodean las violaciones de derechos humanos; sin embargo, en el caso de México, más de 80 periodistas han sido asesinados en los últimos 10 años y los defensores de migrantes no dejan de ser hostigados…

El caso de México es realmente dramático… Los miles de muertos que ha habido a pesar de que el Gobierno de Calderón movilizó más de 50.000 soldados en las calles de las ciudades de México. Pero a nosotros nos consta que muchos de esos cuerpos de seguridad han sido partícipes de esas violaciones especialmente hacia los migrantes y hacia aquellos que los protegen. Hemos preparado numerosas acciones para proteger a personas que tienen refugios para migrantes a lo largo de las rutas frecuentadas por las personas en tránsito, que muchas veces son objeto de amenazas, asesinatos. Esta situación en México refleja el fracaso del Gobierno de Calderón en cuanto a poner en práctica medidas para garantizar la seguridad pública de manera justa, es decir, no se puede vulnerar los derechos humanos en nombre de la lucha contra la delincuencia ni brindar impunidad absoluta a la actuación de las fuerzas de seguridad del Estado.

Especial atención se brinda a la Primavera Árabe, en la que cientos de manifestantes de oriente medio salieron a la calle para pedir justicia, paz y democracia. El coraje que han mostrado los manifestantes ha hecho que instituciones como el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas parezca una institución desfasada, fuera de la realidad e inefectiva...

La gente se cansó de las injusticias y se echó a la calle a pedir justicia. Fue entonces cuando vimos la caída de los regímenes de Túnez, Egipto… Y seguramente pronto el de Siria. Frenta a esa marea popular de desconteno y movilización, el Consejo de Seguridad de la ONU, que lleva allí desde finales de la II Guerra Mundial, ha estado paralizado por la actitud de ciertos países y la hipocresía de los demás, por lo que se evidencia la ineficacia de este organismo como instrumento para construir la paz y el progreso de los Derechos Humanos. Naciones Unidas aparece, así, como un organismo vetusto y anquilosado por los propios intereses de los países. No es coincidencia que aquellos que vetaron la intervención de Siria sean responsables de una gran parte del comercio de armas en el mundo. Eso no es casual.

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