Almuerzos escolares gratis los paga el ambiente - Periódico EL Pais

Almuerzos escolares gratis los paga el ambiente

BANGALORE, India, 20 sep 2013 (IPS) –

IPSIndia promociona con bombos y platillos una política nacional de energías renovables, como parte de sus compromisos internacionales para reducir las emisiones de carbono, pero ignora el costo ambiental que tiene su programa Comida del Mediodía (MDM, por sus siglas en inglés).

Aproximadamente 120 millones de niños y niñas en más de 12 millones de colegios indios reciben almuerzos calientes gratis cada día gracias a ese programa.

El MDM ha sido el caballo de batalla de la coalición de gobierno liderada por el Partido del Congreso, que con él espera volver a seducir a los votantes en las próximas elecciones de mayo de 2014. El presupuesto total del programa supera los 2.000 millones de dólares, y con él tiene que contribuir cada uno de los estados.

El gobierno central en Nueva Delhi distribuye granos a las autoridades estaduales, destinando 100 gramos de arroz por cada escolar y 150 por cada estudiante de secundaria. El almuerzo es acompañado de lentejas, verduras y yogur en los estados del sur, mientras que en los colegios del norte lleva también chapati, típico pan plano indio.

Los almuerzos, que suman más de 24 millones de kilogramos, se preparan principalmente en cocinas a leña o a gas licuado de petróleo (GPL).

Junto a la leña, el GPL se usa como fuente de energía suplementaria. Este combustible, que dejó de ser subsidiado en 2012, le cuesta al gobierno 117 millones de dólares al año.

Los almuerzos se preparan en un total de 577.000 cocinas, que emplean a 2,4 millones de personas, en su mayoría mujeres de áreas rurales. Estas trabajan en “habitaciones llenas de humo”, según reconoció el propio gobierno

 

Sin embargo, casi no existen estudios sobre la cantidad de leña usada diariamente para cocinar los almuerzos, ni sobre su impacto en la deforestación, en los suelos, en la salud de las mujeres y los niños o en el clima.

El Ministerio de Desarrollo de Recursos Humanos, a cargo del programa MDM, no ha hecho declaraciones públicas al respecto, pero el Ministerio de Energías Nuevas y Renovables (MNRE) anunció que promovía el uso de cocinas a biomasa y con poca propagación de humo.

En 2009, una iniciativa gubernamental para adoptar nuevas tecnologías logró la fabricación de cocinas mejoradas, pero estas no fueron incluidas en el MDM.

“No son usadas”, confirmó el profesor Rajendra Prasad, del Centro para el Desarrollo de Tecnología Rural en el Instituto Indio de Tecnología, de Nueva Delhi, que colaboró con el gobierno en los esfuerzos para mejorar las cocinas.

“A menos que alguien les diga a las escuelas que usen cocinas a biomasa, no habrá una toma de conciencia”, dijo Prasad a IPS.

“A diferencia del sector de los combustibles fósiles, no existe ningún lobby que presione para esto. Toda la atención se centra en subsidiar los combustibles convencionales”, dijo Tejaswini Ananthkumar, de la Fundación Adamya Chethana de Bangalore.

Adamya Chethana prepara, con ayuda del gobierno, 200.000 almuerzos para 300 escuelas en el sureño estado de Karnataka. Más de 75.000 de esas comidas son para niños y niñas de la ciudad de Bangalore.

En 2012, la Fundación dejó de usar un generador a combustible diésel para utilizar briquetas de biomasa. Los costos de la energía desde entonces cayeron notablemente, de 60 paise (aproximadamente un centavo de dólar) por comida, a entre ocho y nueve paise en 2013.

Otra importante organización, la Asociación Internacional para la Conciencia de Krishna, a través de su programa Akshaya Patra, prepara almuerzos usando biomasa en 12 de las 19 cocinas que instaló en nueve estados.

Ambas organizaciones ahora trabajan para aplicar métodos de reciclaje de agua, efluentes, desechos de cocina y energía, pero estas iniciativas son muy raras dentro del programa MDM.

Aunque los almuerzos preparados en las ciudades constituyen menos de una cuarta parte de todas las comidas del programa, este tipo de métodos de bajo consumo pueden permitir significativos ahorros en las importaciones de diésel y gas del país.

Estos registraron un récord de 140.000 millones de dólares entre 2011 y 2012 debido al aumento de los precios internacionales.

B. S. Negi, a cargo de la red de cocinas del MNRE en Nueva Delhi, subrayó la necesidad de tener paciencia con el programa.

“No podemos actuar por el bien del público si antes no contamos con la autorización competente”, dijo Negi, en referencia a la estandarización de las cocinas a biomasa.

Mientras, crece la insatisfacción entre las personas involucradas en el programa.

“Pregúntele al gobierno qué está haciendo en relación a los combustibles para las cocinas”, dijo H.S. Mukunda, del Laboratorio de Gasificación y Propulsión del Instituto Indio de Ciencias, que colabora con el programa.

Mukunda, encargado de articular con el MNRE el desarrollo de tecnologías de gasificación, dijo que las cocinas a biomasa están disponibles desde hace más de una década, pero que no hay voluntad política ni administrativa para ordenar su utilización. “Este ambiente está muy desorganizado”, dijo.

No existe en India un suministro regular de biocombustibles, fabricados con residuos agrícolas y presentados en briquetas o en gránulos. Los fabricantes se quejan de la falta de ayuda del gobierno para su almacenamiento, transporte y comercialización, situación que es aprovechada por intermediarios.

Manjunath Oli, de la organización Alternative Fuels (Combustibles alternativos), con sede en Bangalore, dijo que la falta de control del gobierno ha hecho que los fabricantes de biomasa con desechos agrícolas “pongan los precios que quieran”.

“Ahora estamos construyendo nuestras propias máquinas para hacer briquetas”, dijo Oli.

Pero Negi no parece preocupado. “Vamos a hacer consultas con la industria para reducir los costos de los combustibles, y ahora estamos tratando de descentralizar la producción de los gránulos para que estén más disponibles a nivel local”, señaló.

“Hablemos en 2014; muchas cosas habrán mejorado para entonces”, aseguró a IPS.

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